GALERA TREINTA Y CINCO SIEGLOS DE HISTORIA (Capítulo nº 95)
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GALERA TREINTA Y CINCO SIGLOS DE HISTORIA (Capítulo nº 26)
IX. EDAD MODERNA
LA POBLACIÓN Y LOS NUEVOS SEÑORES DE LA TIERRA (II)
A partir de ahora hemos de imaginarnos -por la falta de documentación que de este tiempo tenemos relacionada directamente con Galera- que la vida diaria de la localidad, establecida en el Cerro de la Virgen de la Cabeza aún, no debió de cambiar en gran medida con respecto a años anteriores.
Hay, no obstante, un aspecto nuevo, que vuelve a normalizarse tras siglos de ausencia: el Cristianismo.
Desde los primeros momentos, las autoridades eclesiásticas procuran una rápida cristianización de las tierras conquistadas. Y no solamente su cristianización, sino igualmente su incorporación a los territorios asignados a su jurisdicción correspondiente.
El Gran Cardenal de Toledo, don Pedro González de Mendoza, alega unos antiquísimos derechos sobre Baza y sus territorios, en virtud de los cuales se incorporen a la mitra de Toledo, como lo habían estado -recordemos- hasta el año 711 a consecuencia de la fase de ocupación bizantina.
A partir de este momento se inicia un prolongadísimo pleito entre Guadix y la ciudad del Tajo, ya que al principio las pretensiones del Primado no se alcanzan, pero sí un poco más adelante. Ello hace que esta comarca pase a la jurisdicción toledana con el consiguiente disgusto accitano y bastetano.
Como consecuencia de todo esto, desde Toledo se nombra en los primeros años Provisor en Baza, Vicario en Huéscar y sacerdotes en Galera y Orce, tal como nos lo cuenta don Marcelino Fernández en su ya citada Historia de Galera:
“Y en Galera estos ministros celebraban los Divinos Oficios en la Mezquita, que estaba en lo encumbrado de su popa, en un castillo fuerte que daba vista a la ciudad de Huéscar, Castilléjar y Orce y desde el que se registraba todas sus vegas…”
No transcurrió mucho tiempo para que, de manera oficial y solemne, se aplicase una Bula papal, ya concedida en 1486 por Inocencio VIII, por la cual se erigiesen nuevamente las iglesias que hasta la fecha habían estado bajo el poder musulmán. El documento daba poder a los Reyes Católicos para ponerlo en práctica. Como representante de la Iglesia, fue el cardenal Mendoza quien, el día 21 de mayo de 1492, decreta la erección de una catedral en la antigua Acci romana. Baza, por el contrario, pierde su sede episcopal y ve cómo erigen en su demarcación una Colegiata, al igual que ocurre en Huéscar. En el resto de las localidades se vuelven a crear sus respectivas Parroquias.
“In ecclesia parroquiali Sancte Marie loci de Galera guadixensis diocesis duo simplicia servitoria beneficia et unam sacristiam” que significa lo que sigue: “En la iglesia parroquial de Santa María, del lugar de Galera, en la diócesis de Guadix, dos beneficios simples de servicios y una sacristía”.
El 26 de mayo de 1505 González de Mendoza delega en Fray Diego de Deza, arzobispo de Sevilla, para que éste actuase en su nombre en todo lo referente a estas nuevas iglesias. Por ello, comenta don Marcelino Fernández que “… todos los pleitos que se litigaren en favor de las cuatro fábricas, de Galera, Orce, Castril y Cortes se deben juzgar en el Tribunal de los Obispos de Sevilla…”.
Igualmente, motivado tal vez por el número de sus habitantes, Deza erigió en la Parroquia de Galera, a los pocos años de habérsele concedido los dos beneficios que hemos visto anteriormente, otro más de ellos. Con esta organización va a permanecer durante mucho tiempo la iglesia local.
En 1504, al fallecer Don Enrique, le sucede en el Señorío su hija, ya viuda, Doña Teresa Enríquez de Luna como II Señora de Galera y Orce y así mismo 20 de la Casa y Estado de Baza. Su fallecimiento ocurre sólo tres años más tarde, por lo que pasa a ser III Señor de la villa su segundo hijo, Don Enrique Enríquez de Guzmán y Velasco y Enríquez de Luna, en enero de 1507. Por lo que se refiere a la organización y administración pública, Galera va a ser regida a partir de ahora por dos Alcaldes, dos Regidores y un Procurador Síndico.
Teniendo en cuenta que el censo de su población lo componían cristianos y mudéjares dichos cargos se nombraban de la siguiente manera: De los dos Alcaldes, uno cristiano y el otro mudéjar; para los cargos de Regidores la distribución era la misma. El nombramiento de Procurador Síndico se intentaba que recayese en un cristiano, al igual que con la persona nombrada para Alguacil Mayor.
Un contingente de soldados, en torno a la quincena, aseguraba -o por lo menos lo procuraba- la normalidad en las relaciones entre unos y otros, según disposición de los RRCC. “… estos (los soldados) vivían en unas casas que había fundadas sobre la muralla, arrimadas a las dos puertas que tenía la villa, que la una por el Poniente miraba al Norte y la otra por el Levante miraba al Mediodía y un postiguillo, que la villa tenía mirando al Mediodía debajo del castillo que había en la popa…”
No siempre, sin embargo, dichos soldados conseguirían su propósito, a juzgar por un caso que narra nuestro historiador local, referente a un morisco. Es la única noticia de una ejecución llevada a cabo en nuestro pueblo.
“En virtud de dicha cédula (alude a la Merced hecha por los RRCC a don Enrique Enríquez por la cual le conceden Galera) los Alcaldes… ejercían la jurisdicción ordinaria y cuando se ofrecía la ocasión sentenciaban las causas criminales en azotes, galeras, destierro, presidios u horca o conforme lo pedían los méritos del delito. En una ocasión, como los moros siempre estaban opuestos con los cristianos, lo uno por ser opuestos en la ley que profesaban, y lo otro por la sujeción y opresión que tenían con los dichos cristianos, de secreto los moros mataban algunos cristianos y los enterraban en lo oculto de los campos, y allí hacían muchas crueldades con ellos, pero con esta noticia la justicia de la Villa de Galera puso mucho cuidado en castigar estos excesos, como consta de una pieza de autos que vide en la ciudad de Huéscar en una casa antigua y rancia entre otros papeles, que al parecer en tiempo del rebelión de dicha Villa1 retiraron los papeles de las escribanías a dicha ciudad y por haber sido la extracción sin orden ni concierto2 paran algunos en las diferentes casas, la cual pieza de autos dice su contexto cómo en el año 1498 por el mes de Abril llegó a noticias del Alcalde, Pero Ximénez, cómo en el llano del Burdet salían a el camino algunos moros a robar y matar a los cristianos y que algunos faltaban de la Villa y no sabían su paradero; con esta noticia el dicho Alcalde Pero Ximénez, acompañado de Juan Bonillo…., el Alguacil Mayor y cuatro hombres salió a registrar el dicho llano del Burdet; llegaron a unos corrales de encerrar ganado que tenía un moro rico que había en dicha Villa, que se llamaba Darax, y encontraron a un moro llamado Salda que al parecer servía a Darax, y registrando el hato hallaron ropa, alhajas y otras cosas de cristianos; con estos indicios lo llevaron preso y lo pusieron en una de las mazmorras que tenía dicha Villa y por el contexto de su confesión supieron cómo el dicho moro y otros tres que no pudieron haber, salían a el camino que pasa a Cúllar a robar a los cristianos y después los mataban llevándolos de noche a un Balle (sic) que llamaban Carrachila, donde los enterraban; comprobado su delito, lo mandó ahorcar por su sentencia y se ejecutó el escarmiento en la plaza de la Villa; después se mandó descuartizarlo y poner los cuartos en los caminos; uno se puso en el camino que salía de la Villa para la de Castilleja a el pie del azagador de los ganados, que hoy llama la gente cuesta de la horca; otro se puso en el camino que sale de la Villa para Huéscar, casi un cuarto de legua de ella, en un cerrillo que mira a el Chuzaira en el pago que hoy riega la acequia de el Espino; el otro cuarto se puso en la ribera del río de Orce en el repartimiento de los tres caminos de Huéscar, Orce y de Caravaca, que hoy llaman como entonces el Salitre; el otro cuarto se puso en el camino que sale de la Villa para Cúllar, en lo alto de la cuesta, y desde entonces se bautizó con el nombre de la cuesta del cuarto, y la cabeza se puso en lo alto del Castillo, que estaba fundado en lo más eminente de la Villa, para que sirviera de escarmiento a todos sus moradores, y a este modo ejecutaba la justicia muchos castigos, así con los moros como con los cristianos, pero no por esto servía de escarmiento, porque cada día se experimentaban en los moros muchos insultos…” 3
La falta de documentación aludida hace que muchas cosas se nos escapen, en relación con la vida diaria de los habitantes de Galera en la transición de la Edad Media a la Edad Moderna, que para nuestra área coincide casi exactamente con el paso del siglo XV al XVI.
1 Se refiere, naturalmente, al alzamiento que los moriscos de Galera y otros lugares de la comarca van a protagonizar en 1569.
2 Esta circunstancia explica la escasez de documentos anteriores a 1573 que hay en el Archivo Municipal de Galera.
3 No llega a tanto el caso del robo de ganados a un vecino de Beas de Guadix por gentes de nuestra comarca. El 24 de diciembre de 1490 se expide Real Merced a favor de Fernando Martínez de Beas por la que se le abonan 50.000 maravedíes, valor que tienen las reses que le han robado moros de Huéscar, Galera y Orce, A… los cuales eran a la sazón de los moros de la paz…@, ya que no hacía ni siquiera dos años que habían sido tratados realmente bien por los RRCC quienes, entre otras cosas, les habían remitido todas sus penas y deudas. Este incidente refuerza la veracidad que debe tener el citado por don Marcelino, de cuyas circunstancias a nosotros no nos ha llegado documentación alguna