GALERA TREINTA Y CINCO SIGLOS DE HISTORIA (Capítulo nº 107)

  1. EL SIGLO XVIII (VI)
    IX.8c. LA VIDA COTIDIANA DE LA VILLA EN EL SIGLO XVIII
    Por ejemplo, ¿cómo eran el entorno, las actividades, las preocupaciones de los vecinos de esta villa,
    tras cumplirse el primer siglo de su establecimiento? ¿Qué evolución se había experimentado en
    todo este tiempo? ¿Quiénes eran ahora sus señores, ya que todavía es villa de señorío? ¿Se habrá
    modificado la extensión de su territorio municipal? ¿Cuáles son los cultivos más rentables, y, por
    consiguiente, más extendidos en las tierras? ¿En qué situación se encontraría lo que hoy llamamos
    nosotros el nivel de vida? ¿Hasta qué punto serían autosuficientes? ¿Qué evolución habrá sufrido la
    cabaña ganadera? ¿Qué diferencia habrá en el censo de estos años y aquellos del siglo pasado?
    ¿Estarán suficientemente cubiertos los servicios fundamentales tales como comercio, industria,
    sanidad, enseñanza y otros?
    Empecemos por contar que el 2 de febrero de 1702 sucede, como 31 de la Casa de Zúñiga y X
    Señor de la Casa y Estado de Baza, Don José Antonio de Zúñiga y Ayala, que sólo habría de
    gobernar ocho años y fallecer soltero y sin sucesión. Le siguen sus dos hermanos, Don Baltasar
    Antonio, en 1710, y Don Valerio Antonio, en 1720, como XI y XII Señores de Galera y Orce
    respectivamente.
    Por lo se refiere a la vida diaria de la villa en este tiempo, providencialmente se conserva en el
    Archivo Municipal un documento absolutamente imprescindible para dar respuestas a tantas
    preguntas y muchas otras que se nos podrían ocurrir.
    Es el famoso Catastro, mandado hacer en toda España por el Excmo. Sr. D. Zenón de Somodevilla y
    Bengoechea, Marqués de la Ensenada, cuya vida transcurrió entre 1702 y 1781.
    Imbuido de las corrientes modernizadoras de su tiempo, fue ministro de Hacienda, Guerra, Marina,
    Indias y Estado. Pero su proyecto más ambicioso fue la reorganización completa de las finanzas de
    la nación, lo que obligaba a llevar a cabo una serie de profundas reformas sociales, teniendo como
    objetivo final la transformación del país. Y el primer paso fue la elaboración de este monumental
    estudio de la mayoría de los aspectos de la vida de los españoles contemporáneos.
    El proyecto se puso en marcha en 1752. En Galera se comenzó a redactar este importantísimo
    examen de su realidad social y económica el 11 de noviembre de este año, siendo Juez Subdelegado
    del Marqués de Campo Verde, el señor don Juan de Trillo y Figueroa. Las autoridades y algunos
    vecinos destacados de la villa van a informar de todos sus extremos a los funcionarios encargados
    de la elaboración de este trabajo. Están sus alcaldes ordinarios, Pasqual Vizente y Antonio Romo; su
    regidor, Joaquín Tomás Amorós, y su escribano, Antonio Mateo de Morales. De entre los vecinos
    han elegido a tal fin a don Juan Antonio Fernández, a don Marcelino Tomás, a Andrés Romo y
    Manuel García, que van a actuar como peritos.
    Igualmente asiste al acto de aceptación de estos nombramientos el párroco de la villa. La mecánica,
    por otra parte, no es la primera vez que se lleva a cabo. Hemos tenido ocasión de asistir a un hecho
    similar cuando se redacta el apeo y deslinde del término municipal tras la expulsión de los
    moriscos. Se trata, como recordamos, de la formulación de una serie de preguntas -cuarenta en este
    caso- cuyas respuestas informan amplia y profundamente de la realidad de la localidad. Por todo
    ello, nos es posible acercarnos a la villa de Galera de mediados de este siglo para conocer, a veces
    con un rigor científico, su estado. Después de esto comprenderemos mucho mejor su realidad
    cotidiana que más adelante trataremos.

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