EL JUEVES LARDERO

Jesús Mª García Rodríguez

Un año más, el próximo día 11 de febrero este año, tendrá lugar la celebración del JUEVES LARDERO, aunque las circunstancias demográficas de la población -a las que hay que añadir en el corriente 2021 la pandemia del COVID-19- estén incidiendo en la desaparición paulatina de esta varias veces centenaria tradición.

En nuestro libro LA PARROQUIA DE GALERA. HISTORIA MILENARIA Y PATRIMONIO, incorporamos este texto sobre la referida costumbre, que en años anteriores fue considerada oficialmente por el Ayuntamiento como día festivo local:

“JUEVES LARDERO (jueves anterior al Miércoles de Ceniza).

Tal vez sea ésta una de las fiestas con más antigüedad que se conservan en Galera. En realidad, no se trata de una celebración religiosa, pero está estrechamente vinculada a la Cuaresma, por lo que la incluimos en este apartado. El origen de este evento está en la Edad Media y ya la cita el Arcipreste de Hita en su obra más conocida: EL LIBRO DE BUEN AMOR.

En el capítulo titulado ‘De la pelea que ovo don Carnal con la Quaresma’ dicen así sus cinco primeros versos:

‘Açercándose viene un tiempo de Dios santo,

fuime para mi tierra por folgar algún rato,

dende a siete días era Quaresma tanto

puso por todo el mundo miedo e grand’espanto,

estando a la mesa con don Jueves Lardero…’

La conocida enemistad de don Carnal —gran comilón de carne— con la inmediata doña Cuaresma —curtida de ayunos y penitencias— y la batalla que sostienen con el triunfo final de ella, justifica que las gentes de hace más de siete siglos se despidiesen de los placeres de la mesa para entrar, como Dios manda, en los cuarenta días penitenciales. Y el día señalado para la despedida era el jueves anterior a la entrada oficial del tiempo de los ayunos, que es el Miércoles de Ceniza.

Y así se mantiene en Galera, aunque los actuales ‘usuarios’ desconozcan los motivos de irse de merienda al campo con una generosa provisión de viandas, donde no pueden faltar las chacinas y los embutidos de las recientes matanzas del cerdo —lomo, costillas, tocino, chorizos…— y el vino de la tierra. Por encima de todos estos manjares reina la tortilla de patatas, hasta el punto de que hay una segunda denominación para esta festividad: el día de la tortilla”.

Para concluir, recogemos un curioso dato citado por los arqueólogos Cabré y Motos en la Memoria sobre sus excavaciones en la necrópolis de Tútugi, publicada hace ahora 101 años. En él mencionan la explicación que daban los vecinos de Galera a la asombrosa cantidad de fragmentos de cerámica que había –y sigue habiendo- en la cara sur del llamado cerro de la Venta, lugar donde quedan la ruinas de la Venta de Campos.