GALERA TREINTA Y CINCO SIEGLOS DE HISTORIA (Capítulo nº 92)
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CALLE MIGUEL AMORÓS
Junto con la de Abenozmín, ésta es una de las calles a las se les ha asignado más reciente el nombre que ahora mismo ostentan.
Antes de este cambio, junto con las demás aglomeraciones de viviendas que ocupan ambas laderas superiores del cerro de la Virgen de la Cabeza, todo este conjunto urbano se rotulaba como Cerro de la Virgen.
Al igual que la referida de Abenozmín, ésta fue así mismo propuesta por quien suscribe para que llevase el nombre de un personaje destacado de la historia de nuestra villa: Miguel Amorós.
Arrancando en las inmediaciones de la ermita de la Virgen de la Cabeza, precisamente en el punto en que se encuentra con la que asciende por la ladera opuesta y mantiene el nombre de Cerro de la Virgen, desciende por la parte superior de la ladera de Levante hasta llegar al extremo norte de la colina y desemboca en un mirador desde donde se puede contemplar un amplio panorama que abarca el Levante el Norte y el Oeste.
Como es natural, sólo dispone de un flanco de viviendas excavadas en la roca y en la práctica totalidad abandonadas. La orilla derecha, en el sentido de la subida, está cerrada por un pretil metálico que sube hasta el final del trayecto, volando sobre la Carretera Antigua.
En varias de estas ruinosas cuevas -alguna de las cuales perfora el cerro en sentido transversal, de manera que da a ambas laderas del cerro- se da la circunstancia de conservase silos de considerables dimensiones, restos de las antiguas viviendas construidas por los musulmanes. No olvidemos que este lugar era el solar de la antigua Galira, nombre musulmán de la actual Galera.
Particularmente una de ellas –contigua al citador mirador y excavada en la ladera Oeste, hoy abandonada- se pueden estudiar los restos de tres enormes silos de una capacidad muy considerable, dentro de los cuales se excavaron dos habitaciones que estuvieron en uso hasta su abandono, tal vez en los años sesenta del siglo XX.
Por el interés arqueológico e histórico que estos almacenes-silo presentan, en 2005 y a petición del Ayuntamiento, se procedió a su estudio por parte de los arqueólogos Maryelle Bertrand y José R. Sánchez Viciana. Resultado de esta investigación es la VALORACIÓN DEL CONJUNTO DE CUEVAS DEL CERRO DE LA VIRGEN DE LA CABEZA (Revista PÉNDULO Nº 9. Baza, 2008), de donde extraemos los siguientes datos:
“Nos encontramos ante silos en forma de campana y de gran tamaño (1’50 a 2’50 m. de diámetro máximo, por 3 a 4 de profundidad), que alcanzan capacidades de 10 a 13 m3 cada uno, y cuya función debió de ser para el almacenamiento del grano.
Según los cálculos efectuados sobre sistemas de reserva similares y para poblaciones que presentan una dieta esencialmente cerealista, cada uno de estos silos permitiría almacenar la reserva de grano de al menos 30 personas para un año. No se trataría, pues, de reservas familiares, sino de estructuras ligadas a la fortificación”
“Estas estructuras fueron posiblemente abandonadas y colmatadas en la primera mitad del s. XIII, quizá después de la primera conquista… por las tropas cristianas, o quizás con anterioridad, hacia finales de la época almohade”
“Material arqueológico asociado al silo de la cueva nº 3
… los fragmentos de material cerámico recogidos… corresponden a varias jarritas de pasta blanca con pinceladas de almagra o de manganeso… dos jarritas de cuerda seca, fragmentos de varias jarritas con decoración pintada y esgrafiada, cántaros, ataifores vidriados en verde y melado, cazuelas, marmitas, candiles en melado, etc. Cabe destacar la presencia de una pieza particular, una jarrita cuyo cuello presenta una decoración esgrafiada zoomorfa que representa una ave mostrada de frente con las alas desplegadas, motivo para el cual no se conocen paralelos…”
“Cronología
… Se trata de un material muy homogéneo y de buena calidad, perteneciente en su casi totalidad a un período de tiempo que abarcaría el s. XII y principios del s. XIII…”
Pero, ¿quién era Miguel Amorós? Este dato tenemos que buscarlo en varios de los documentos más antiguos que obran el Archivo Histórico Municipal de Galera.
Natural de Caudete (Albacete), Miguel Amorós figura en la lista de los repobladores de la villa a quienes “se les adjudicó Las haciendas confiscadas a los moriscos alzados en 1569”.
Para llevar a cabo los trámites burocráticos precisos para dicho reparto de tierras, era necesario contar con una Escritura de Posesión que se hacía a nombre de algunos de los interesados, tal como reza este otro documento, en el cual vuelve a aparecer Amorós, ahora como Poblador, es decir, encargado de realizar dichos trámites:
“En la villa de Galera a veinte y tres dias del mes de abril de mil y quinientos y nobenta y un años Miguel Amoros poblador de dcha. Villa y Alonso Hernandez y Barguen por su padre Alonso Hernandez con demostracion de poder suyo y Andres Bernabeo y Juan Lobregat contenidos en este mandamiento y el sargento Melchor de Baldivia en esta escritura contenidos por si y por los demas nuevos pobladores desta dcha. Villa requirieron a mi Pedro de Hurrutia escribano del Rey nuestro señor y su juez administrador en este partido les de la posesion de la dcha. Villa y su termino y estando al pie della que esta despoblada reconocida y deslindada por Luis Ramon seise conocedor de la dcha. Villa les de a los susodchos. por si y en los dchos. nombres la posesion real corporal autual belcasi de la dcha. Villa y su termino de la dcha. hacienda que en ella y su termino fue de moriscos que es de su Magd. y le pertenece conforme a la dcha. escritura los quales la tomaron pacificamente sin contradiccion alguna cortando ramos y arrancando yerbas y paseandose por las dchas. tierras y haciendo otros autos de posesion de que doy fe. La qual le di con declaracion que las tierras de la cañada de Cañepla, y la del negro, y Periate, que tenia por termino esta Villa segun lo dixo el dcho. seise tambien se comprehenden en esta posesion Testigos Agustin de Hurrutia y Barguen, y Anton Lopez y Luis Garcia estantes en la dcha. Villa. Y en testimonio de verdad fue mi signo atal. Pedro de Hurrutia…”
La gestión debió de ser satisfactoria, cuando más adelante vemos cómo Amorós es un vecino más, dotado de un regular patrimonio, según afirman otros papeles, compuesto de tierras en Carrachila, viñas y huertos en La Alquería, ventaja en el pago del Burdet (actual Campillo), tierras en el pago de almacilquivir (cercanías del Periate).