Tradicionalmente, las celebraciones en honor de San Antonio Abad que se le ofrecían en Galera por parte de sus más señalados devotos, como eran los miembros de su llamada Hermandad, se iniciaban invariablemente el día 8 de enero para concluir en la víspera de su festividad, el día 16.

Pero los tiempos mandan. O dan y quitan. Y no iba a ser menos en el caso de nuestra villa. Desde hace un tiempo, aquella fiesta que era declarada como una de las más importantes de la localidad por el Ayuntamiento, está sufriendo un declive quizá achacable a la disminución y el envejecimiento progresivo de población. Ello hace que los participantes activos en ella cada vez estén más reducidos y causa una extraña sensación ver una mermada comitiva en torno a la venerada imagen del santo abad con ocasión de sus procesiones.

Esta ausencia de asistentes, tanto a las procesiones como a los actos más característicos de esta antigua fiesta de moros y cristianos, se agrava cuando el día del santo no cae en un fin de semana, como ocurre este año 2017, que es en martes.

Por todo ello, los responsables de su organización han optado -con dolor, manifiestan- trasladar los actos a los días 19 (“entrá” del cajero), 20 (última novena), 21 (día de San Antón) y 22 (último día).

Sirva este adelanto para que los “sanantoneros” que haya dispersos por esos mundos tengan cumplida noticia y asistan gozosos a las tradicionales (más de trescientos años las contemplan) fiestas de San Antón.