El 9 de junio de 1964, hacia las 3:30 de aquella madrugada, tuvo lugar un terremoto, cuyas características fueron las siguientes: Magnitud, 4’8; Intensidad, VII-VIII; Epicentro, 37.7, -2’6; Zona, Orce-Galera (Fuente: Universidad de Granada. Instituto Universitario de Investigación Andaluz de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos).

Aunque no hubo desgracias personales ni demasiados daños en las viviendas de la localidad, por parte de la Administración se decidió erradicar las cuevas por considerarlas peligrosas ante estas circunstancias, además de ser muchas de ellas insalubres como residencias humanas.

Para ello, se proyectó la construcción de un grupo de cincuenta casas en el extremo occidental de la villa, concretamente en las inmediaciones de la ermita de San Antón, lamentablemente demolida con esta excusa, la cual había sido erigida hacia 1680 y se encontraba en un estado de deterioro muy considerable, aunque recuperable.

Además del santuario, se eliminó el llamado cementerio viejo, que estaba contiguo a la ermita.

Los terrenos así conseguidos, además de los que componían el campo de fútbol, constituían los solares sobre los que durante varios años de aquella década de los sesenta del siglo XX se construiría el citado grupo de viviendas, llamado desde entonces “Barrio de San Antón”.

Las nuevas calles que de esta manera surgieron son, ordenadas alfabéticamente, éstas: Esperanza, Hernán Cortés, Juan de Austria, la Paz, y San Roque, además de la de Cervantes porque un tramo de esta calle se construyó formando parte de este Barrio, y que también ha sido incluida con anterioridad.

Por tener características muy similares en cuanto a tipo de edificación, trazados e historia, todas ellas se incluyen en este apartado.