Efemérides del 03/09/1835

 
 
 

Mandan los liberales.

La sucesión en la presidencia del Gobierno, que recayó sobre el Conde de Toreno entre junio y septiembre de 1835, hizo avanzar un paso más a los liberales radicales, aunque Toreno no pertenecía a esta facción. Como cesión a las pretensiones de los exaltados se disolvió de nuevo la Compañía de Jesús y se aplicaron otras leyes anticlericales. Pero el Estatuto Real fue mantenido incólume. Poco a poco las ciudades se fueron movilizando en favor de un liberalismo más progresista, hasta el punto de que el 15 de agosto la Milicia Urbana de Madrid intenta un golpe, evitado por la intervención gubernamental. A finales de agosto el movimiento había triunfado en Cádiz, Málaga, Sevilla y Granada dentro de Andalucía, lo que junto con el intento de algunas zonas de independizarse de Madrid, hacen que caiga Toreno y sea sustituido por Mendizábal el 10 de septiembre.

Las consecuencias de estos hechos llegan hasta nuestra comarca y concretamente a Galera el 3 de septiembre, día en que se presenta en la villa el comandante de la Milicia Nacional de Cúllar con un contingente de milicianos, cumpliendo órdenes del comandante de la misma fuerza en Baza para proclamar la Constitución de la Monarquía Española. Es recibido por las autoridades del Ayuntamiento y por el propio capitán de la Milicia Urbana local, los cuales le explican que aún no se ha producido dicha proclamación por no haber recibido las oportunas instrucciones de Granada, que suponen todos han sufrido un retraso. Tras su exposición, que se ha de transmitir de la misma forma a los pueblos de la comarca, los presentes manifiestan su conformidad. Puestas manos a la obra, la primera que caerá será aquella Lápida Real que costara cuatrocientos reales al erario público y será sustituida por una nueva, cuya leyenda proclamará que la plaza en la que se colocará será la Plaza de la Constitución[1]. Pero como urgía este cambio, el problema se solucionó provisionalmente colocando un lienzo sobre el que se estampó el nuevo nombre de la plaza. Además, se fijaron bandos en las partes acostumbradas con textos alusivos. No faltaron los repiques de campanas ni las encendidas arengas al pueblo. Como medida precautoria, se colocó una guardia de prevención, que no hubo de intervenir en ningún momento, pues en absoluto se produjeron altercados por parte de la población, que poco a poco iba aprendiendo.

 

[1] Esta lápida, que estaba oculta con la que se le había superpuesto en la época de Franco al finalizar la Guerra Civil de 1936/39, apareció al demoler el edificio del Ayuntamiento en 1975 y se destruyó accidentalmente a los pocos días.

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