GALERA TREINTA Y CINCO SIEGLOS DE HISTORIA (Capítulo nº 95)
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DIFERENTES SISTEMAS DE SEPULTURAS DE LA NECRÓPOLI IBÉRICA.
XXVIII
6.° Cámaras tumulares de planta rectangular o cuadrilátera y con corredor lateral de entrada para enterramientos por incineración de toda una familia. Este tipo de sepultura es hermano del anterior, así que cuanto se expuso respecto del otro puede aplicarse al presente. Ahora en, éste tiene una particularidad, por la que los monumentos que se encuentren con ella deben separarse y constituir nuevo tipo, cuya particularidad consiste en que las cámaras tienen un callejón lateral por el que se entra en ellas a pie llano, en lugar de descender por la cubierta, como sucede en las de forma de aljibe.
Algunas cámaras del grupo que describimos se construyeron, así como sus callejones de entrada, con piedra; otras tienen sus muros de tierra virgen. De las edificadas con piedra podemos indicar las variantes arquitectónicas que a continuación se expresan:
a) Cámaras construidas según las tradiciones o costumbres arcaicas del país, o mejor dicho, de la región, con una hilada de piedras puestas de canto y separadas entre sí. Véase la planta de la sepultura 57, que recuerda a la de ciertos dólmenes de Fonelas1.
b) Cámaras cuya altura total de muros muy probablemente no iría más allá de la que dan de sí dos filas de toscas piedras sin labrar, superpuestas. Dichos muros son de gran espesor, toscos e irregulares, y están hechos con piedras casi en bruto, careadas por la superficie vertical que da al interior de la cámara y- a la vez también algo trabajadas aquellas que presentan la faz externa del monumento funerario; el interior de esos muros es de aparejo de relleno con materiales menudos. La estancia mortuoria tiene un muro divisorio que parte del centro de la pared del fondo y no llega a separar por completo en dos mitades todo el departamento. (Sep. 119.)
c) Cámaras con aparejo de mampostería al estilo ibérico. Este aparejo se determina, por cubrir el espesor de los muros, aunque sea éste de poca consideración, por mitades, esto es, con dos piedras apenas desbastadas y puestas de canto, en lugar de una sola que abarque todo el grueso de la pared y asentada por el lado más ancho y menos alto, como acontece hoy día en las obras de mampostería. (Sep. 76.)
d) Cámaras con aparejo de sillería grande. El ejemplar más perfecto de esta variante en la necrópoli de Tútugi es la sepultura 75. A la misma variante pertenece la sepultura 134, la cual, cuando estuviese intacta, sería tal vez de las más importantes de la Zona II.
Del lote de cámaras sepulcrales que conocemos, donde no se empleó la piedra y cuyos muros son lo que dejó el corte de tierra virgen de la excavación al hacerlas, se debe tomar nota de varias por las singularidades que vamos a transcribir:
a) Cámaras que tienen en un rincón, al fondo, una especie de arca hecha con tres grandes losas para encerrar el ajuar funerario compuesto de la urna cineraria y de otras varias vasijas, platillos, etc. (Sep. 25.)
b) Cámaras con su banco y otros muretes y tabiques, a modo de rinconeras o respaldos, construidos a un lado de ellas y tocando a la pared. (Sep. 65.)
c) Cámaras que para mejor conservar los objetos que acompañan a los restos humanos incinerados y preservarlos de humedad, se depositaron en una especie de plataforma obtenida simplemente excavando una pequeña zanja que bordea el perímetro de la estancia fúnebre, (Sep. 106.)
d) Cámaras en las que parte del ajuar funerario, o todo él, se depositó en una segunda estancia excavada en el centro de la primera y que fue cubierta con una o varias losas: Sep. 83, y la de la zona III reproducida en la lámina IX, parte superior.
Cuantas sepulturas del sistema 6º se han descubierto en la necrópoli de Tútugi, ya sean los muros de su cámara de piedra o de tierra, tienen el callejón de entrada en línea recta con una de las paredes laterales de la estancia mortuoria.
Debemos hacer presente una sola excepción ante la sepultura de la zona III (lámina VIII-g), en la cual se construyó el corredor también en un lado de la cámara, pero en sentido transversal a ella, modalidad que podría servir de motivo para constituir con dicha sepultura: un Subtipo del sistema 6.°
7º Cámaras tumulares de planta semicircular con corredor, para enterramientos por incineración de toda una familia.
Hemos descubierto un ejemplar de este tipo o sistema, construido todo él con aparejo de mampostería. Unas de las paredes del pasillo está en línea recta o es continuación de la de la cámara que sirve de diámetro al semicírculo. La sepultura que nos ha ¡proporcionado los datos para conocer el presente sistema o tipo queda descrita en la reseña de la zona III.
8º Cámaras tumulares de planta circular con corredor, para enterramientos por incineración de toda una familia.
Conócese de este tipo de sepulturas un ejemplar cuya cámara mortuoria y callejón de acceso se construyeron con un recio muro de 1,10 de anchura con aparejo de relleno (sep. 26), del mismo género que el descrito en la variante b) (sep. 110) de las cámaras cuadriláteras construidas con piedra y otro cuya cámara fue excavada en la tierra y no tiene revestimiento alguno de piedra (sep. 27).
9º Sepulturas cuyo ajuar funerario y los restos humanos por incineración se depositaron, parte en el centro de la cámara y lo restante en pequeños nichos y hornacinas labrados en la roca o en estantes a modo de vasares de piedra caliza, en vez de haberse colocado solamente sobre el pavimento, como se hizo en los precedentes sistemas.
Por regla general tales sepulturas se abrieron en la base de los acantilados o bancos de roca, ya de la zona I, en su extremo occidental, o ya en la III, en ambas laderas de la cañada de los Metros. Sirvan de modelo de ese nuevo género de sepulturas la que se describió de la zona I, que tenía en el fondo dos nichos, uno de ellos vacío y el otro encerrando una cajita de piedra con cubierta a dos vertientes, y la de la zona III, cuya planta, cortes, etc., se reproducen en lámina VIII, centro.
1 Gómez Moreno, Granada. Monumentos arquitectónicos de España. Madrid, 1917