La actualmente denominada calle Cervantes es una de las más largas de la población. Su recorrido se desarrolla de este a oeste. Se inicia en su cruce con la calle Iglesia, atraviesa las calles de Padre Manjón, San Marcos, Cosme Izquierdo, Andalucía, Obispo Medina Olmos, Sierra Nevada, Hernán Cortés, Ana Caracuel y San Roque para concluir en el principio de la calle Carrachila, en una sucesión prácticamente rectilínea.

No siempre ha sido tan larga esta vía. Hasta los primeros años cuarenta del siglo XX, la calle estaba cortada en el tramo que hay una vez rebasado el cruce con la calle Cosme Izquierdo. El obstáculo era una casa que había servido de escuela durante varias décadas, la cual fue demolida en las fechas señaladas.

Pese a su perfecto trazado y considerable anchura, la calle Cervantes no tiene nombre propio en el Catastro del Marqués de la Ensenada. Cuando se refiere a ella, la menciona como “calle que atraviesa a la del Ejido” (Ejido se llamaba la actual calle del Padre Manjón).

La mayoría de las casas que la constituyen tenían su entrada principal por las calles del Padre Manjón, la de San Marcos o la de Cosme Izquierdo, con las que limita; sin embargo, la entrada a sus corrales, postigos y paradores estaban situadas en la que nos ocupa, de ahí que también se cite en documentos antiguos como “calle de los postigos” o “de los paradores”.

El 8 de junio de 1931, recién iniciada la Segunda República, el Ayuntamiento decide cambiar este nombre por el de “calle Catorce de abril”, en conmemoración de la implantación de este nuevo régimen político. Esta denominación duró escasamente ocho años, ya que una vez concluida la Guerra Civil el nombre pasó a ser “José Antonio Primo de Rivera”. Con la transición política de los años setenta del siglo XX, se cambió una vez más para adjudicársele el actual de “calle Cervantes”.