DESCRIPCIÓN GEOGRÁFICA DEL TÉRMINO MUNICIPAL DE GALERA (b)

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III. 4. EL CLIMA
Por su ubicación geográfica, el clima de la comarca a la que pertenece Galera es extremado, con inviernos largos y duros y veranos cortos y calurosos, no existiendo apenas las estaciones intermedias como la primavera o el otoño, ya que la transición del verano al invierno y viceversa se suele producir bruscamente. Ello hace que se deba considerar como continental moderado.
Por lo que a temperaturas se refiere, las extremas fluctúan entre los -101/-121 a los que se puede bajar a finales de diciembre y enero y los 351/401 que se pueden alcanzar entre julio y principios de agosto. La media anual puede oscilar en los 121/151.
Las lluvias suelen presentarse en primavera y otoño, aunque su escasez es notoria en toda el área, más acusadamente en las zonas situadas entre los 900 y 700 metros. La media anual no suele sobrepasar los 300/400 ml, por lo que la sequía es uno de los azotes del municipio y de gran parte de la comarca. En invierno no es rara la presencia de la nieve en los niveles más altos del Término Municipal.
La exposición a la luz del territorio, por lo que se desprende del párrafo anterior, ocupa un porcentaje muy elevado de jornadas al año, pudiéndose contabilizar normalmente más de trescientos días despejados. Los vientos dominantes son los del Poniente, que suelen ser los que aportan las mayores precipitaciones.
III. 5. LOS NÚCLEOS DE POBLACIÓN
La capitalidad del Municipio reside en Galera, situada en las coordenadas (UTM) latitud 41 77 700, longitud 5 39 300, precisamente en el punto en el que se unen los ríos Barbata y Orce. La población se extiende ocupando el área que delimitan varios cerros (cerro de La Virgen, Santa Elena y Los Japones) alineados en forma de teatro que se orienta hacia el Norte, dejando entre ellos y el río un llano sobre el que se asienta el casco urbano principal. Los dos barrancos situados entre los cerros citados, que vierten más o menos perpendicularmente al llano, fueron adaptados en su momento -tal vez en el siglo XIX- para excavar en ellos cuevas destinadas a viviendas humanas. El asentamiento se completa con otras áreas que se extienden por la parte posterior, el Sur, de los cerros de La Virgen y Santa Elena, así como en la otra margen del río, la derecha, de muy reciente ocupación.
Así, los barrios que constituyen actualmente la localidad de Galera son, de Este a Oeste y de Sur a Norte, los siguientes:
El Real, El Collado, El Portacho, Cerro de La Virgen, El Remendado, Santa Elena, Barrancos (izquierdo y derecho) y Las Cruces. Todos estos presentan un alto
porcentaje de viviendas en cuevas. En los últimos decenios se han construido otros dos barrios más. Uno a los pies del de Las Cruces, San Antón, y otro, el de San Miguel, al otro lado del río. En la margen derecha de la carretera hacia Orce hay otro pequeño barrio de cuevas, La Ribera, a un kilómetro aproximadamente del casco urbano.
Éste ocupa aproximadamente el centro del área descrita. Su perímetro es poligonal, tendiendo aproximadamente a la forma de círculo de unos 300 metros de diámetro, lo que nos da una superficie aproximada de ocho hectáreas. El casco urbano, al ser una población de planta moderna por haberse levantado a finales del siglo XVI, está trazado a cordel. Al Sur está limitado por la carrera de San Isidro y parte de Las Cruces. Al Oeste por la prolongación del Barranco de San Marcos, hoy denominado calle de Andalucía, al Norte por la Avenida de don Nicasio Tomás y al Este por la carrera de San Isidro.
Cuatro calles (Iglesia, Padre Manjón, San Marcos y Cosme Izquierdo) atraviesan longitudinalmente el centro urbano en dirección Norte-Sur, mientras que otras dos (Elvira y Cervantes) lo hacen transversalmente de Este a Oeste.
Esta estructura delimita diecisiete manzanas, prácticamente trazadas a cartabón, excepto las que se alzan entre las calles Iglesia y Carrera de San Isidro.
La altitud de la plaza sobre el nivel del mar es de 832 metros.
Al de Galera, le sigue en importancia, por número de edificaciones, el núcleo de La Alquería, situado a unos cuatro kilómetros al S.E., en las coordenadas (UTM) latitud 41 74 500, longitud 5 40 250.
Este anejo está asentado en el principio de una fértil cañada donde destacan los manantiales de El Nacimiento y Las Balsicas por su caudal. El casco urbano se alinea al borde de una serie de cerros en dirección Norte-Sur aproximadamente, formando al pie de éstos la única calle de la aldea. Gran parte de las viviendas de la orilla Oeste de esta calle está constituida por cuevas excavadas en las faldas de las colinas referidas. Diseminadas por los alrededores, se alzan otras edificaciones o cuevas que completan este núcleo de población.
Prácticamente en la linea divisoria con el Término Municipal de Castilléjar, en la margen derecha del río y al borde de la carretera de Huéscar al municipio castillejarano, a unos ocho kilómetros al Oeste de Galera, en las coordenadas (UTM) latitud 41 76 400, longitud 5 34 100, se encuentra el anejo de El Cortijo del Cura, formado por una población muy dispersa de cuevas y casas.
Finalmente, el núcleo urbano de Riego Nuevo, -oficialmente Buenavista- establecido en la vega del Barbata a unos tres kilómetros al Nordeste de Galera, es el más pequeño de todos ellos. Sus viviendas son en la mayoría cuevas, a excepción de algunos cortijos diseminados en el área de regadío. Sus coordenadas (UTM) son: latitud 41 80 00, longitud 5 41 450.
El resto del término está sembrado de viviendas rurales (cortijos, molinos, etc.) que en casi su totalidad han sido abandonadas en los últimos decenios. Cabe destacar el paraje de Fuente Amarga por la densidad de habitaciones humanas que llegó a tener.
III. 6. CARACTERÍSTICAS DEMOGRÁFICAS DESDE 1900
La tendencia demográfica del Término Municipal de Galera desde mediados del siglo XIX ha sido al alza, como se verá cuando lleguemos a estudiar esta centuria. Esta dinámica se mantuvo una vez traspasado el año 1900 y siguió conservando las mismas características hasta alcanzar los años cincuenta, en que la emigración de galerinos -gentilicio recogido en la Enciclopedia Espasa en su edición de 1924- a diversas regiones del país fue mermando cada año los efectivos humanos de la villa, sin que hasta el momento se hayan detectado señales de recuperación. Éstos son los valores para los años que se indican