“El día 7 de diciembre del año 1881, como a las cuatro de la tarde, llegó a Galera la Purísima, que la trajo un cosario de don Fernando Pérez Cano. La desembalaron en la carretera, un poquito más abajo del puente que hay en el Collado, y bajando a Santa Ana, nos encontramos con que subía la Parroquia a recibirla, con la Hermandad de las Hijas de María, que al encuentro se juntaron más de 600 personas, lo que a cuya vista manifestaba a los fieles un panorama celestial. A la llegada de la Iglesia se tocó la Salve y Letanía, que a las dos horas después se principiaron las novenas. Los que tuvieron por promesa bajarla y acompañar su entrada fueron los siguientes: don Miguel Carrasco, don Mamerto Pérez, don Ángel González y el que escribe esta memoria, Juan Carrasco Muñoz”.