III

CABEZA-CULPA

30. Cuando duele la cabeza, todos los miembros duelen.

31. Si os duele la cabeza, untaos las rodillas con manteca.

32. Ninguno las calza que no las caga (“Entiende calzas y bragas; sucede a todos los muchachos cuando comienzan a vestirlas, porque no se saben bien desatascar”¹).

33. Al buen callar llaman Sancho (“Es de advertir que algunos nombres los tiene recibidos y calificados el vulgo en buena o mala parte y significación, por alguna semejanza que tienen con otros por los cuales se toman. Sancho, por santo, sano y bueno”).

34. Si da el cántaro en la piedra, o la piedra en el cántaro, mal para el cántaro (“Advierte que conviene excusar disputas con el que tiene más poder”).

35. Tantas veces va el cántaro a la fuente, que deja el asa o la frente (“Si frecuentamos las ocasiones peligrosas, ventura será no perecer en ellas”).

36. Debajo de mala capa suele haber buen bebedor.

37. No lo quiero, no lo quiero, mas échamelo en la capilla (“Muchas veces he mirado / que se ruegan con la paga / el médico o el letrado, / cada cual de bien criado, / mas no porque les desplaga². / Es tan sabroso el dinero / que no tengo a maravilla / que digan, mas no de vero³: “No lo quiero, no lo quiero, / y échamelo en la capilla”).

38. Hablen cartas y callen barbas (“Excusado es porfiar / en la cosa que está obscura / si puedes, sin altercar, / el caso determinar / por auténtica escritura”).

39. A “idos de mi casa” y “¿qué queréis con mi mujer”?, no hay responder.

40. En casa llena, presto se guisa la cena (“Denota que donde hay abundancia de medios se sale con facilidad de cualquier empeño”).

41. Quita la causa, quitarás el pecado.

42. Cebo haya en el palomar, que palomas no faltarán.

43. Harto es ciego el que no ve por tela del cedazo (“Alegoría de advertir”).

44. Si el ciego guía al ciego, ambos caerán en la hoya.

45. La codicia rompe el saco.

46. Ni tomes cohecho ni pierdas derecho.

47. Todo saldrá en la colada.

48. Cuando la cólera sale de madre, no tiene la lengua padre.

49. Toda compasión es odiosa (“La que alza a uno y baja al otro”).

50. Pon lo tuyo en el concejo, y unos dirán que es blanco, y otros dirán que es negro (“Como haya, a la verdad / de hombres y de mujeres / muy grande diversidad / así hay diversidad / en ellos de pareceres”).

51. El consejo de la mujer es poco, y el que no lo toma, un loco (“Da a entender que las mujeres, en lo que alcanzan, suelen acertar cuando aconsejan”).

52. Buen corazón quebranta mala ventura (“Que el esfuerzo la vence”).

53. Quien te vido y te ve agora, ¿cuál es el corazón que no llora?

54. Tan presto se va el cordero como el carnero (“Nadie tenga avilantez / de querer hacerse fuerte, / que en infancia y en niñez, en mocedad y en vejez / está sujeto a la muerte. No piense ser el postrero / ni confíe en poca edad, /que tan presto va el cordero /a veces como el carnero, / como se vee por la edad”).

55. Tres cosas hacen al hombre medrar: Iglesia y mar y casa real.

56. Detrás de la cruz está el diablo.

57. Quien te cubre te descubre (“Explica que los mismos atavíos y riquezas que tiene el que no los merece son causa de que se averigüe su falta de mérito”).

58. Con vos me entierren, que sabéis de cuenta.

59. Lo que cuesta poco se estima en menos.

60. Cuidados ajenos matan al asno.

61. Cuidados ajenos matan al hombre bueno.

62. La culpa del asno echad a la albarda (“Alguno por se excusar / si hace algún desatino, / queriéndose así librar / procura la culpa echar / sin tenerla, a su vecino”)