GALERA TREINTA Y CINCO SIEGLOS DE HISTORIA (Capítulo nº 84)

IX

POSTRIMERÍAS DEL SIGLO XVI (IV)

IX.3. LA REPOBLACIÓN DE GALERA (II)

Hemos de suponer que habrían llegado escalonadamente y se irían asentando de una forma muy precaria en torno a la iglesia, que es donde se iba a construir la nueva población. Es fácil imaginar, igualmente, las penalidades que pasarían -sobre todo los más débiles- a lo largo de semanas de viaje, dependiendo del lugar de su procedencia. Este ejemplo puede servir de ilustración, aunque los casos no son totalmente extrapolables. Se trata de los repobladores gallegos que se desplazan a las tierras del sur.

En febrero de 1572 se contabilizan 5.087 personas dispuestas para el viaje. Salen en la primera quincena de junio y llegan dos meses y medio después a Granada absolutamente destrozados. Los que han precedido a este contingente, extrañan absolutamente todo: la tierra, el clima, las costumbres de sus vecinos, las formas de cultivo en régimen de regadío… Juan Rodríguez de Villafuerte, del Consejo de Población, comunica que «los gallegos que se pusieron en los lugares de sierras y marinas se bolvieron la mayor parte dellos y otros se an muerto y se tiene por cierto que no an quedado dellos de ciento y veinte casas…» .

El propio presidente del Consejo informa que «ase padecido con ellos mucho trabaxo porque bienen algunos enfermos y los más con tanta demostración de pobreça que andan pidiendo por las calles… y por aver benido de tan lexos se procura acomodarlos y para esto convendría prestalles algún trigo, cevada, centeno y paniço assi para que puedan comer, como para que siembren…».

El número de gallegos que finalmente toman posesión de sus lotes es del 50% aproximadamente de los que habían salido llenos de esperanzas. Como hemos dicho, las suertes que el Consejo determinó para el territorio de Galera fueron 140.

Al igual que se ha hecho en todo el Reino de Granada, cada uno de estos lotes cuenta con tierra de regadío, huerto, viña y secano. El reparto de los árboles -a nuestros ojos- no deja de ser curioso. Como las acciones de guerra habían incidido tan directamente en nuestro entorno, los árboles habían sufrido los embates del ejército siendo talados casi en su totalidad. Por lo tanto, hay casos en que dos o más pobladores tienen derechos sobre un mismo árbol, generalmente moreras y nogales.

Conocemos los nombres de los primeros designados para acceder a la propiedad de las tierras de Galera. No todos, sin embargo, llegaron a venir como hemos visto que sucedía en otros lugares de la repoblación. Éstos son nuestros antepasados más lejanos y el nombre de las localidades de las que procedían. En algunos casos dichas localidades no son las de su nacimiento, sino simplemente la última donde residían antes de desplazarse a Galera:

NOMBRE DEL POBLADOR Y PROCEDENCIA

Gerónimo Degüesca, Caudete. Andrés Romo, Veas. Gaspar López, (?). Juan de Alfocea, Caravaca. Rodrigo Nabarro, Caravaca. Miguel Rodríguez, Caravaca Francisco Pérez, Iniesta. Gaspar Filio, Orihuela (Reino de Valencia). Pedro Álvarez de Rodenas, Moratalla. Diego Rodríguez, Aragón. Alonso Hernández Ybarguen, (?). Ginés Ramón Poblete, Murcia. Juan de Morales, Fiñana. Viuda de Francisco López, Caravaca. Gabriel de Peñalosa, Peñalosa. Lázaro de Avalos, Mula. Alonso Martínez, Fuente de la Higuera. Andrés Bernabé, Ibi (Reino de Valencia). Antonio Marín, Caravaca. Juan Martínez del Iruela, Iruela. Fransec Juan, Villena. Viuda de Francisco García, Tinajas. Vicente Matheo, Murcia. Sebastián de Segura, Lorca. Pedro Pérez, Villena. Domingo López, La sierra de Cuenca. Pasqual García, Tinajas. Juan Berdejo, Tinajas. Xtobal Ximénez, Écija. Miguel Pérez, Villena. Marcos García, Tinajas. Juan Blanes, Ibi. Hernando Duarte, Portugal. Juan Rubio, beneficiado, (?). Francisco Gutiérrez, Portugal. Melchor Martínez, Villanueva del Arzobispo. Diego Sánchez de la Iglesia, Totana. Francisco Pérez Caravaca, Juan Ruiz Belber, Guesca. Juan Rodríguez de Haro, herrador, Guesca. Ginés Martínez, Guesca. Bartolomé García del Bal, Caravaca. Guillén Forte, Fuente de la Higuera. Juan López, Sacedón. Juan Nieto, Navarra. Juan Pérez, valenciano, Reino de Valencia. Andrés Rodríguez, herrador Yecla. Francisco Díaz, sacristán, (?). Juan de Cañas el viejo, Loja. Pedro Martínez, Alcaraz. Hernán Martínez Peña, Yeste. Bernabé Maestre, Orce. Miguel Amorós, Caudete. (Miguel Amorós es el encargado de llevar a cabo toda la gestión administrativa para la repoblación de la villa). Luis Revelles, Reino de Valencia. Gonzalo López, Caravaca. Juan González, Villena. Juan de Cañas el mozo Loja. Jaime Filio, Orihuela. Vicente Pérez, Ibi (Reino de Valencia). Juan de Haro, Guesca. Juan del Castillo, marquesado de Villena. Hernando de Póvez, Laguna Seca. Bartholomé de Cuenca, Lorca. Miguel Martínez, Caudete. Pedro de Haro, Guesca. Vicente Brevián, Orihuela. Juan Fernández, Caravaca. Andrés de Peña, Castilleja. Pedro Sánchez del Barco, Loja. Luis Ramón, seise, Galera. Alonso Herrennuela, Albacete. Pedro Ximénez Figueray, Guesca. Miguel García, tierra de Cuenca. Francisco Sánchez de la Rosa, Caravaca. Bartholomé Pérez, Utiel. Franco de Ortega, la Puebla. Martín Pérez, Yecla. Diego Macías, escribano Segovia. Juan de Sola, beneficiado, (?). Franco Sánchez de Alfocea, Caravaca. Juan Bermúdez, Veas. Luis Maldonado, tierra de Cuenca. Pedro Salmerón, Buendía. Alonso Ruiz de Archila, Baena. Juan Sánchez valenciano, Orihuela. Pedro de las Eras, Tendilla. Antón Martínez, tierra de Güete. Hernán Martínez Rol (o Ros), Segura. Franco Ximénez, cazador, (?). Jaime Salado (Salcedo), Almansa. Adán Sánchez, La Mancha.

¿Cómo encontrarían Galera tras haber pasado sobre ella unos tres meses de asedios y de constantes presiones exteriores -cristianos de Huéscar, marqués de los Vélez y don Juan de Austria- dentro de un contexto de guerra de exterminio, más varios años de abandono de sus tierras?

Nada más fácil que contestar a esta cuestión. Si consultamos las respuestas que en su día dieron algunos de los conocedores del término -como puede ser Luis Ramón- a los funcionarios del Consejo de Población que redactaron el Apeo y Deslinde del término de Galera, se extiende ante nosotros este panorama:

«E despues de lo susodcho. en el dcho. campo, termino y jurisdiccion de dcha. Villa de Galera a dos dias del dcho. mes de septiembre de dcho. año de mill y quinientos e setenta y dos años, el dcho. señor Administrador hizo a los dchos. seises las preguntas siguientes:

Primeramente pregunto el dcho. señor Administrador si tienen noticia de dcha. Villa de Galera y sus terminos y de quanto tiempo aca, los quales dixeron que son nacidos y criados en la dcha. Villa de Galera y que tienen noticia particular de dcha. villa y de sus terminos. Preguntado si ai disposicion de tierra para plantar eredades o hacer otro aprovechamiento, dijeron que la tierra es muy buena y que solia estar toda llena de arboles y viñas y que todo esta al presente destruido con la guerra y que la tierra es dispuesta para todo y de mucho riego.

Preguntado si ay cria de seda de morales y moreras, dixeron que la solia aver de morales poca cantidad de una arroba de diezmo cada año poco mas o menos, y agora no ay morales que todos estan talados.

Preguntados que quantos vecinos de moriscos solia aver en la dcha. Villa de Galera, dijeron que pasados de quatrocientos.

Preguntado que quantos vecinos de Xptianos viejos solia aver en la dcha. Villa, dixeron que abra de doce o quince.

Preguntado si avia en dcha. Villa hornos, molinnos, mesones, tiendas, casas publicas y cuyas eran y que tales estan, dijeron que solia aver cinco hornos, y los tres eran de la Iglesia, y los dos de D. Enrique Enriquez de Guzman señor de dcha. Villa, y que avia cinco molinos, los dos del dcho. D. Enrique, y otro del beneficiado Duran, y de dos moriscos a medias, y otro era de Pedro de Aro, polborista, y de Geronimo Martinez Cristianos viejos, y que el otro era de un cristiano viejo las dos partes, y la otra tercera parte de un morisco de la dcha. Villa, y que todos los dchos. molinos estan por el suelo que en ellos no ay cosa de provecho, y que avia un meson del dcho. D. Enrique, y que habia dos o tres tiendas, y que eran del dcho. D. Enrique, y que el concejo tenia una casa para aloxi y que como es notorio la Villa esta asolada. Preguntado que tal esta la Iglesia dixeron que toda la obra de madera quemaron, y que quedan las paredes, y la torre medio caida.

Preguntado si tenian noticia de las eredades de riego y secano, y que cosecha solia tener, dixeron que podra aver un año con otro como doscientas arrobas de vino de diezmo, y que agora todas las viñas estan taladas que no ai sino algunas parrizas, y que no ai cosecha de aceite.

Preguntado que cuya es la jurisdiccion de la dcha. Villa de Galera, dixeron que de Don Enrique Enriquez de Guzman, señor de dcha. Villa de Galera y de la de Orce y Cortes»

Estaba todo por hacer. Desde construir sus propias casas, hasta reedificar la iglesia; desde adjudicarse los lotes de tierra correspondientes hasta rehacer las acequias; desde reconstruir los molinos hasta levantar nuevos plantíos de moreras, de nogales, de parras. Y, desde luego, pagar cada año los 14.338 reales y 8 maravedíes a que se habían comprometido mancomunadamente como titulares de las tierras que les han sido entregadas.

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