GALERA TREINTA Y CINCO SIEGLOS DE HISTORIA (Capítulo nº 96)
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GALERA TREINTA Y CINCO SIEGLOS DE HISTORIA (Capítulo nº 77)
EDAD MODERNA
IX.8h. LA POBLACIÓN (V)
En 1734 el Concejo de la villa debe considerar que la sanidad no está bien atendida y convoca a algunos profesionales de la medicina -concretamente cirujanos- para atender la salud de los vecinos.
El día 22 de mayo se presenta con su título de cirujano sangrador don Juan Bautista Soler, vecino de Huéscar. A ambas partes debió de acomodarles la negociación, puesto que el Cabildo lo admite como tal profesional para ejercer en el término municipal. Igualmente es autorizado para establecer igualas. En compensación por las atribuciones que le asigna el Concejo, el cirujano debe de atender de balde a los pobres de la villa.
Queda constancia de la presentación de un segundo cirujano, don Ginés Soler, de Orce, a los dos días del anteriormente citado. Suponemos que, al estar la plaza cubierta, no llegaría a ejercer en la localidad. Unos años más tarde, el 21 de agosto de 1739 aparecen las ofertas de otros dos nuevos profesionales de la sanidad: un cirujano, don Blas Marín de Velasco, vecino de Cúllar, y un sangrador, don Pedro de Robles, que lo es de Baza. Sobre éstos no hay más datos en cuanto al ejercicio o no de sus respectivas disciplinas en Galera.
En la relación de vecinos que se ofrece en el Catastro de Ensenada, uno de los últimos relacionados es don Vicente Félix, que figura y ejerce como médico en estos años de mediados de siglo, auxiliado por el cirujanosangrador Adrián de Miranda. En julio de 1781 nuevamente hay una plaza vacía de cirujano en la villa. Para ocuparla se presenta el castrileño don Pedro Chillón, que desde la fecha figura como dicho facultativo en la localidad.
A finales de 1792 sabemos que quien ahora ostenta el cargo de cirujano es don José Barrachina, procedente del pequeño municipio valenciano de Torres-Torres, cuyo nombramiento ha de ser ratificado por la designación como tal sanitario que ha de expedirle el duque de Abrantes.
Pero la necesidad de cuidar la salud también se presenta ante los animales y el Concejo procura que este importante apartado del bienestar cívico quede convenientemente atendido por un entendido en la materia. A ello debe responder la presentación, el 20 de diciembre de 1798, del albéitar y herrador Bernardino Carrasco y León convenientemente acreditado como tal y una información de vita et moribus.
Respondiendo sin duda a la tantas veces ensalzada política de modernización que los Borbones desarrollaron en España en este siglo, es el establecimiento de un servicio de Correos estable, fijo. Nuestra villa se beneficia de ello cuando el 21 de agosto de 1793 se presenta en el Ayuntamiento Pedro de Cañas como encargado del Correo en ella.
Hay un caso edificante entre los distintos funcionarios que ejercen su trabajo en estos últimos años de la centuria. Se trata de Francisco Eugenio Fernández, que había nacido de padres desconocidos y «fue echado a las puertas del licenciado don Francisco Fernández Fuenllana, beneficiado de la iglesia parroquial de La Puebla de don Fadrique, cuyo sacerdote lo apadrinó en la pila, lo crió, educó y suministró la enseñanza correspondiente a su obligación de Padrino».
Buena debió ser la base que don Francisco le dio, puesto que con el paso del tiempo alcanzó un destacado status social, precisamente en el Ayuntamiento de Galera, donde se presenta el 25 de diciembre de 1795. En propiedad de una Real Provisión de Su Majestad y Señores del Real y Supremo Consejo de Castilla, se le considera en ella como capaz de obtener toda clase de empleos y dignidades. Y, desde luego, no defraudó a quien esto decía de él. En esta localidad ejerció como contador titular; fiel de fechos de su real Pósito, oficial mayor de las escribanías de número, ayuntamiento y rentas de ella; fielato de la carnicería y estancos por espacio de 12 años. Y en el campo eclesiástico, ejerció la secretaría de la diputación de la parroquial de Puebla de don Fadrique, la contaduría de su fábrica y la colecturía. Durante mucho tiempo, además, fue secretario de la Santa Escuela de Cristo y de la Venerable Orden Tercera de Penitencia, ambas establecidas tanto en la villa de su origen, Puebla, como en la de adopción, Galera.
Concluyendo la centuria y enlazando con la siguiente, suceden en el Señorío los dos únicos hijos de Don Ángel María Agustín, el XVII Señor de Galera y Orce. El primogénito, Don Manuel Guillermo de Carvajal y Fernández de Córdoba, aunque llegó a heredar siendo menor de edad, bajo la tutoría de su madre, Doña María Vicenta Fernández de Córdoba y Pimentel, debió ser declarado incapaz para tal cargo en noviembre de 1803, falleciendo soltero en 1816.
Para la historia de nuestra villa, sin embargo, debe figurar como el XVIII Señor de ella y 31 de la Casa de Carvajal-Abrantes. Incapacitado, le sucede su hermano, Don Ángel María, como XIX Señor y 41 de la Casa de Carvajal-Abrantes, cuando sólo tenía 10 años de edad. Es nuevamente la madre quien se pone al frente de la Casa esperando que alcanzase la mayoría.
Pero las cosas no estaban previstas de esa manera. La invasión napoleónica, primero, y las decisiones de las Cortes de Cádiz, después, concluirían con esta secuencia sucesoria de los Señores de Galera y Orce después de 319 años ininterrumpidos de dominio. En el Archivo Histórico Municipal de Galera se conserva el oficio por la cual la referida Dª María Vicenta Fernández de Córdoba y Pimentel nombra a los últimos «Oficios de Justicia» designados por este centenario sistema.
Por las circunstancias que concurren en él, creemos muy interesante su transcripción:
«Por quanto Dn Jose Maria de Jara, Admor de mi Estado y casa de Baza me ha remitido por duplicado el Testimonio de las Propuestas que me haceis de los sujetos mas idoneos de esa mi Villa para servir los Oficios de Justicia en todo el presente año; y aunqe las actuales y desgraciadas ocurrencias de la Corte me han conducido a esta Ciudd sin que me haya sido posible trasladar á ella mi Secretaria ni el Sello de las armas de mi amado hijo el Duque; obstante, atendiendo al buestro bien y a la buena administracion de Justicia que es tan necesaria he tenido por acertado hacer la Eleccion y Nombrto de los Capitulares y demas Oficios con arreglo a la citada Propuesta que me haveis hecho en su fcha. veinte y siete y treinta de Nobiembre proximo pasado, en cuya virtud nomvro: Por Alcaldes a Dn Francisco Domingo mayor y Dn Juan Fenz. Rodenas = Por Rexidores a Miguel de Rosa y Juan Montore = Por Ministro Francisco Perez = Para Guarda de Campo y Huerta a Dionisio Marz. Plaza…os remito el presente Nombramto en forma de Oficio, sin el expresado sello de las armas del nominado mi Hijo, ni refrendado de mi Secretario por las razones arriva dchas. sin que por esta novedad se disminuya el valor de este presente Nombramto ni la facultad que para el me corresponde. N tro S or os gue. m s a s Dado en Sevilla a veinte y ocho de Enero de mil ochocientos nueve. Quien mas os estima