Integrado en los actos que se vienen celebrando este año 2018 con motivo del Centenario de las Excavaciones de la Necrópolis Ibérica de Tútugi, el pasado día 28 de octubre tuvo lugar en el Centro de Visitantes de la necrópolis el acto oficial que anualmente celebra el Centro de Estudios “Pedro Suárez”, consistente en una Asamblea General de su miembros y la Apertura del Curso Académico correspondiente, en este caso el de 2018-2019.

A tal fin, cerca de dos decenas de componentes se desplazaron a esta localidad, donde fueron recibidos en el referido Centro de Visitantes, en que dio comienzo la repetida Asamblea. En ella, entre otros puntos, se procedió a la elección del Premio Pedro Suárez 2018 que anualmente otorga esta institución a la “labor de investigación, fomento, creación, salvaguardia, defensa, conservación y difusión realizada por personas, instituciones o colectivos en el ámbito del patrimonio cultural de las comarcas de Guadix, Baza y Huéscar”, según establece la Base Primera de este Premio. Este año dicho ha recaído en el Ministerio de Fomento en reconocimiento por sus actuaciones en varias localidad del ámbito territorial del Centro

Concluida esta primera parte, se procedió al acto de Apertura del Curso 2018-2019 con la presencia del Director del Centro, José Manuel Rodríguez Domingo, el alcalde Galera, Miguel Ángel Martínez Muñoz y la arqueóloga doctora Mª Oliva Rodríguez Ariza en la presidencia.

La referida doctora, directora de varias campañas de excavación en el Castellón Alto y la necrópolis ibérica de Tútugi, ofreció a los numerosos asistentes -en los que se incluye además de los miembros del Centro de Estudios un considerable número de interesados- la conferencia titulada “La recuperación de una necrópolis clásica del mundo ibérico: Tútugi”. La conferenciante relató la historia de esta recuperación a los asistentes, de manera que en la actualidad es uno de los grandes atractivos de la arqueología galerina. Desatacó en su intervención la importancia del túmulo 20, lugar donde estaba alojada la Diosa de Galera y porque, según los indicios, pudo ser la sepultura de algún personaje de destacada importancia en la población, hasta el punto de que cabe la posibilidad que fuese este enterramiento el que propició la creación del resto de la necrópolis.

Concluida la conferencia, se invitó a los asistentes a girar una visita a algunos de los enterramientos más significativos de este cementerio de más de 2500 años de antigüedad, guiados por la repetida arqueóloga.

A la hora del almuerzo, los miembros del Centro de Estudios fueron atendidos por un restaurante de la localidad, donde se les sirvió -por expreso deseo de la Dirección de la institución a que pertenecen- una típica “lata al horno” (especie de asado con patatas y carne de cordero segureño o pollo -a elegir-), acompañado del vino de la tierra y demás rotundas especialidades culinarias del pueblo.

En las primeras horas de la tarde se giró una visita al templo parroquial de la villa, declarado como Monumento Histórico-Artístico de carácter Nacional en 1983 por su cubierta mudéjar, además de la capilla barroca que se añadió al edificio a finales del XVII o principios del XVIII.

El programa concluyó con una visita al Museo Arqueológico Municipal, esta vez con las explicaciones de su conservador, el también arqueólogo José Manuel Guillén Ruiz. Los materiales que en él se exponen abarcan un amplísimo período de tiempo, ya que se pueden observar materiales de hace cerca de 4000 años hasta los más recientes, expuestos en la zona etnológica, que muestran enseres y útiles que eran aún utilizados hasta la primera mitad del siglo XX.

Naturalmente, la presencia de “la momia de Galera”, individuo que apareció parcialmente momificado por fenómenos naturales en la sepultura 132 de poblado argárico del Castellón Alto, fue uno de los atractivos más destacados de esta visita.