GALERA TREINTA Y CINCO SIEGLOS DE HISTORIA (Capítulo nº 92)
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- X.5. LA CONSOLIDACIÓN DE LA GALERA ACTUAL (VII) IX.5.b. ORDENACIÓN DE LA AGRICULTURA (I) Evidentemente, la base s... [leer más]
ALQUERÍA (Calle Purísima)
El Anejo o Barriada de La Alquería se encuentra a unos cinco kilómetros del casco urbano de Galera, al sur de éste. Ocupa parte de la margen izquierda de la cabecera de un pequeño valle que se inicia en los terrenos de secano conocidos como El Campillo, justamente en el límite de la fértil vega que se desarrolla en el citado valle o cañada, llamada “de la Alquería”, que va a desembocar en el cauce del río llamado “de Orce”, en término municipal de Galera.
El núcleo de población está configurado por una serie de viviendas -cuevas, casas-cuevas y casas exentas- que se alinean serpenteantes en el borde-escalón del cerro que en este punto delimita el secano del regadío, donde están excavadas la mayoría de las cuevas y casas-cuevas que hemos mencionado. Frente a dicho núcleo, en el otro reborde-escalón del inicio de la cañada referida, donde se encuentra el embalse y nacimiento denominado “el Común” y el consultorio médico, se extiende otro asentamiento de viviendas similares a las ya citadas, aunque considerablemente más pequeño, así como algunas viviendas más en los barrancos que rodean el casco principal en su flanco norte.
El sector primordial de la barriada tiene una longitud aproximada de unos 800 metros, extendida en la dirección este-oeste, por lo que la orientación de dicho sector es al mediodía. Prácticamente en el extremo norte se alza la ermita, terminada de edificar en 1930.
Las referencias históricas de este anejo hemos de buscarlas, al menos, en el período romano, como lo atestiguan los restos que afloran en una considerable extensión de tierra situada en las inmediaciones del hoy denominado cortijo de Malagón, ubicada frente a la actual población, en la margen derecha del valle, en cuyo solar debieron de alzarse importantes edificaciones.
Transcurrida la Edad Media, debió de existir alguna infraestructura urbanística que permitiese la presencia humana, tal vez de no mucha entidad como se desprende de su propio nombre, “alquería”, y también a juzgar por los datos que atestigua el Libro de Apeo y Población de Galera (1572), en el que se menciona varias veces el topónimo: “acequia de alcaria”, “arroyo de la Alquería”, “la acequia principal del alquería”, etc. Todas estas denominaciones están estrechamente vinculadas a la explotación agraria y ganadera de estas tierras de labor, entre las cuales sabemos que algunas parcelas pertenecieron a Rodrigo de Gibaja, maestro de obras de la iglesia de Galera, de la cual sabemos que era vecino ya en 1559.
Curiosamente, unos doscientos años después (1753), no aparece ninguna alusión a este núcleo de población en el Catastro del Marqués de la Ensenada, pese a lo detallado de sus referencias, relacionadas con las edificaciones y fincas rústicas que había en el término municipal de aquella época, prácticamente el mismo que en la actualidad.
En el primer tercio del siglo siguiente (1824), el médico y escritor almeriense Juan Bautista Solsona cita en su obra EXAMEN DE LAS AGUAS MEDICINALES DEL REINO DE GRANADA los siguiente datos sobre el pasado romano de la zona: “… Dentro del pueblo se encuentran varios trozos de columna de mármol de Macael, con otros de cornisa, capiteles enteros y pedestales de piedra caliza… En tres o cuatro de dichos pedestales hay largas inscripciones que con dificultad pueden entenderse… Habiendo reparado en ello, procuré saber de un amigo… de dónde se habrían podido traer, y entendido que de un sitio que llaman la Alquería… fui a verlo encontrando varias ruinas y silos en un paraje elevado y no del todo llano… con una copiosa fuente en medio, manifestando todo reunirse allí cuanto hay que apetecer y era tan del genio de los romanos…”
A mediados del siglo XIX tiene lugar en el territorio que nosotros llamamos “el Levante” (tierras colindantes de la provincia de Almería con la de Granada: los Vélez, Oria, Cantoria, Partaloa, etc.) un largo período de sequías. Ello hace que la población de éstas se desplace a nuestra comarca, donde al parecer el problema no era tan acusado. Es la “confirmación” de la moderna La Alquería y la creación del anejo de Riego Nuevo. Por razones obvias, los nuevos pobladores tienen que procurarse viviendas cuyo coste sea ínfimo, lo que hace que recurran a la excavación de cuevas en lugar de la edificación de casas, mucho más costosas. A consecuencia de todo esto, tenemos la primera licencia que consta expedida por el Ayuntamiento para tal propósito. El 4 de febrero de 1849 se le conceden 12 varas de terreno a Domingo Sánchez Martínez para que abra una cueva en el “barranco del tío Pedro Jara”.
En 1861, tras un largo proceso judicial de 20 años originado por la desamortización de Mendizábal, en el cual el Ayuntamiento pleitea contra el vecino de Huéscar don Fernando Dueñas. Éste ha adquirido una gran extensión de tierra que había pertenecido al pueblo y la Administración le da la razón. En compensación, el señor Dueñas regala a los vecinos el paraje de El Común, que formaba parte del lote adquirido.
La proliferación de cuevas debió de tener un considerable éxito, ya que en 1856 la Diputación Provincial propone al Ayuntamiento la creación en La Alquería de una nueva parroquia, lo que no se lleva a efecto por ser suficiente la existente, atendida en este momento por tres sacerdotes.
Otra consecuencia de la “explosión demográfica” de los años treinta del siglo XX es la creación de escuelas que atiendan a los cada vez más numerosos niños que pueblan La Alquería. Concretamente en diciembre de 1924 consta la creación de una de ellas en esta barriada.
Como colofón a este proceso del aumento de sus habitantes (el Censo concluido el 28 de febrero de 1936 contabiliza en La Alquería 160 familias que alcanzan las 647 personas), hemos de referirnos a la construcción de la actual ermita, cuya inauguración fue de la siguiente manera, tal y como se cuenta en el Programa de Actos que se redactó y se publicó para conocimiento de propios y extraños:
“GRANDES FIESTAS EN HONOR DEL CORAZÓN DE JESÚS1 CON MOTIVO DE LA INAUGURACIÓN DE SU TEMPLO EN LA ALQUERÍA.
A las cuatro de la mañana, repique de campanas y disparo de cohetes reales.
A las cinco, el Santo Rosario de la Aurora recorrerá las calles de la barriada por primera vez.
A las nueve, recibimiento de la acreditada Banda de Música de Orce.
A las nueve y media, llegada de las devotas y artísticas imágenes del Sagrado Corazón de Jesús, la Purísima Concepción y San Antón, las que serán recibidas por las autoridades al pie de la cuesta de Los Estrechos y recorrerán la barriada en magnífica procesión, acompañada por la referida Banda de Música. Estas imágenes serán llevadas procesionalmente desde la iglesia Parroquial de Galera, de donde saldrán a las siete de la mañana escoltadas por grande caravana de automóviles
A las diez y media, bendición del nuevo Templo y solemne Misa, que celebrará el párroco de Galera, don Emiliano Navarro, oficiando nutrida capilla de música formada por distinguidos jóvenes. En esta misa predicará el Sr. Delegado del Sr. Obispo, Ilmo. Sr. Dr. D. Casimiro Gómez, Vicario general de la Diócesis. También habrá comunión general de niños.
A las doce, refresco a las autoridades e invitados, amenizándolo la Banda de Música.
A las tres de la tarde, sugestiva función de teatro a cargo de los niños de la escuela, representándose el Auto Sacramental titulado ´Las promesas del Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita´, de cuya obra son autores los Sres. Moreno y Bueno en colaboración.
A las cinco, consagración de la barriada al Sagrado Corazón de Jesús.
A las siete, despedida de la autoridades y música.
Todo a mayor gloria del Sagrado Corazón de Jesús.
La Alquería 22 de abril de 1930. Por la junta organizadora, El Pedáneo, León Martínez
Nota. La importancia religiosa que supone la inauguración de un Templo dedicado al Corazón de Jesús, que tiene prometido bendecir a los que honren su imagen; la obra social que brota al lado de una Iglesia, sembradora de paz, moralidad y orden en los pueblos; la pintoresca situación de La Alquería, la nobleza y amable trato de sus vecinos, convida a todos los amantes del Corazón de Jesús y a todos los amigos del paisaje de la alegría sana y de la poesía, a pasar un día de gratas emociones. Pueblos vecinos, no faltad el día 22 de abril a la apertura del nuevo Templo en La Alquería, que el Corazón de Jesús os bendecirá y nosotros os recibiremos muy complacidos y haremos paséis un día agusto.
¡Viva el sagrado Corazón de Jesús!”
EXPLICACIÓN DE LAS FOTOS QUE ACOMPAÑAN AL TEXTO
1: Ermita. 4 y 12: El Común. 5 a 9: Calle Purísima. 10. Consultorio médico. 14. El “Prao”. 23: Restos de un muro romano asociados a un silo en el área arqueológica (a la izquierda). 26: Material cerámico romano del área arqueológica. 29: Área arqueológica del cortijo del Malagón vista desde la zona urbana de la barriada. 31: Panorámica de La Alquería desde el área arqueológica del cortijo del Malagón, la cual aparece en primer término.
1 El Corazón de Jesús es primitivo patrón de La Alquería. En ello puede influir la devoción que irradia hacia esta advocación todo el Término en estos años. Precisamente a los pocos días de la inauguración de esta ermita tiene lugar una sesión extraordinaria del Ayuntamiento para proceder a la consagración del pueblo al Sagrado Corazón de Jesús, con motivo de una misión que tuvo lugar en la localidad en esos días.