GALERA TREINTA Y CINCO SIEGLOS DE HISTORIA (Capítulo nº 95)
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VI.2. TÚTUGI, MUNICIPIO ROMANO
Un dato muy importante que aporta la tercera a que nos hemos referido es la declaración que se hace al final del texto: “Publio Atelio Chanusio, de la tribu Sergia…duunviro, puso este monumento por decreto de los decuriones”.
“Por esta inscripción –comenta el paleógrafo que la estudia– sabemos que Tútugi tenía magistrados municipales, concretamente duunvir”
Efectivamente, la constatación de un duuviro en la ciudad de Tútugi -especie de presidente de los decuriones en los municipios romanos- nos habla de la gran importancia que había alcanzado la población entre 211 y 218 (fecha que se da para la lápida) pues en algún momento anterior había logrado la categoría de municipio romano.
Naturalmente, el área de influencia de la ciudad se extendía, como ya se ha dicho, a la práctica totalidad de la actual comarca. Los hallazgos de carácter romano en ella así lo atestiguan. Entre todos, el más destacado por el conocimiento que tenemos de él es el de la villa de Torralba (Huéscar), decorada con mosaicos. En el territorio municipal de Castilléjar existen varios asentamientos del mismo tipo y cronología, tales como los existentes en La Sacristía o en el Cortijo del Genovés.
Como certificando esa pujanza de la Tútugi romana, existen los restos de la alcazaba musulmana de Huéscar en la calle Alhóndiga. En 1976, al demoler un edificio en ruinas, apareció el muro de la casa contigua constituido en casi su totalidad por monumentales sillares y lápidas con inscripciones latinas.
Hasta la fecha, no existe en la zona ningún otro núcleo romano que respalde un hallazgo de tal monumentalidad que no sea la ciudad establecida en El Real. La costumbre romana, extendida igualmente en los grandes terratenientes tutugienses, de sepultarse en sus propiedades rústicas, puede justificar la presencia de los referidos sillares y lápidas en lugares de la vega, que posteriormente son reutilizadas por la población medieval musulmana de Huéscar, poniendo en práctica una costumbre tan conocida en ellos.
Así lo explica también Julián González, otro de los especialistas que estudia las inscripciones:
“… en el vecino pueblo de Huéscar, se descubrieron otras tres inscripciones romanas que, en razón de los nomina de los dedicantes y de la misma proximidad, hemos de suponer que fueron llevadas a ese lugar de la vecina villa de Galera”
Una vez iniciado el siglo IV, a juzgar por los datos arqueológicos existentes -la llamada terra sigillata africana y las piezas numismáticas de los últimos emperadores- la población permanece en vigor, pero ya ha entrado en una decadencia, que se debe acelerar en las centurias siguientes. Eso es lo que refleja el nivel superficial del Estrato I del Corte IX al que aludíamos con anterioridad:
“En superficie, entre la tierra vegetal, son frecuentes los fragmentos de cerámicas árabes. Indudablemente, de los restos árabes del Cerro de El Real, el más importante y molesto documento son los silos, que… deben estar a centenares”.