Según estaba previsto en la programación, la tarde-noche del Viernes de Dolores tuvo lugar el último de los días dedicados al Quinario celebrado en la Semana de Pasión en la Parroquia de Galera.

Una vez concluido éste se procedió a sacar la procesión con la imagen de María, acompañada de una veintena de camareras ataviadas con mantilla negra, así como de un nutrido grupo de fieles, aprovechando la invitación de la noche primaveral. Numerosos vecinos, además, contemplaron al paso del cortejo esta tradicional procesión mariana por las calles de Galera.

Abriendo marcha, la flamante banda de Cornetas y Tambores compuesta por unos cuarenta miembros –se da la curiosa circunstancia de que bastantes de los componentes son padres e hijos- emocionó a los asistentes con su rotundo sonido, fruto del esfuerzo que han puesto en su preparación a lo largo de meses y meses de preparación.

Tras un recorrido de casi dos horas, la comitiva se encerraba en el templo parroquial  entre el sano orgullo de los asistentes, que pudieron comprobar cómo una de nuestra más sentidas costumbres religiosas está vigente aún en nuestra localidad.