Coincidiendo con el último día de julio, tuvieron lugar en Galera dos eventos íntimamente relacionados entre sí, como fueron la inauguración del Centro de Interpretación de la Necrópolis Ibérica de Tútugi y la publicación que, sobre los últimos trabajos de investigación que ha dirigido la Dra. Dª Mª Oliva Rodríguez Ariza, cuyo título es precisamente LA NECRÓPOLIS IBÉRICA DE TÚTUGI (2000 – 2012).

El acto, celebrado en el lugar que se inauguraba, se inició con las palabras del Alcalde de la localidad, Miguel Ángel Martínez Muñoz, referentes a las características del Centro. Éste, construido bajo tierra a semejanza de las sepulturas que constituyen este cementerio de hace más de 2500 años, se encuentra situado en un punto del límite occidental de la Zona I, junto al llamado camino de Riego Nuevo, a algo más de un kilómetro de la población.

Una amplia placeta dotada de asientos, así como de unas originales estructuras metálicas que con el tiempo soportarán plantas trepadoras para proporcionar espacios sombreados, da acceso al edificio.

Éste se compone de un amplio recibidor, donde se hallan varias vitrinas en las que en su día se expondrán materiales relacionados con la necrópolis y sus ajuares funerarios. A continuación se desarrolla una amplia sala, iluminada cenitalmente con luz natural, que se puede dividir en dos espacios. Uno de ellos es una sala de proyecciones y el otro se destina a actividades divulgativas de aquella cultura ibérica, que pueden llevar a cabo los grupos que visiten el Centro.

El espacio, que abarca unos 200 metros cuadrados de superficie, se complementa con almacenes y otras dependencias que faciliten el uso de estas instalaciones.

A continuación tomó la palabra el Presidente del Grupo de Desarrollo Rural del Altiplano (G.D.R.) y Alcalde de Puebla de don Fadrique, Mariano García. Su intervención se centró en la explicación de los proyectos y realizaciones que lleva a cabo dicho G.D.R, concluyendo sus palabras con una invitación a sentirse orgullosos de las realidades que poco a poco se van  consiguiendo, animando a los asistentes, que prácticamente ocupaban la sala de proyecciones, a disfrutar de este nuevo logro, que difundirá adecuadamente uno de los hitos de nuestro patrimonio arqueológico. La obra, que ha supuesto la inversión de cerca de 200.000 €, ha sido sufragada por el repetido G.D.R.

Seguidamente intervino José Manuel Guillén, conservador del Museo Arqueológico Municipal, para explicar la intencionalidad que este proyecto tiene, que no es otra que aprovechar los recursos patrimoniales que la Historia ha legado a Galera y la comarca. Manifestó las grandes posibilidades que ofrece este Centro de Interpretación, e invitó a los presentes a hacer uso de estas dependencias.

Finalmente fue el turno de la autora del libro que se presentaba, Mª Oliva Rodríguez Ariza, experta conocedora de la arqueología de Galera, ya que no en vano participó en todas las campañas de excavación practicadas en el yacimiento argárico de El Castellón Alto, así como en su restauración, e igualmente en las actividades de reexcavación y restauración que han tenido lugar en la necrópolis de Tútugi entre 2000 y 2012.

Su alocución se centró básicamente, en su primera parte, en exponer a los asistentes la historia del descubrimiento y excavación de este cementerio ibérico a cargo de Juan Cabré y Federico de Motos entre los años 1916 y 1918. Una vez puestos en antecedentes, la Dra. Rodríguez Ariza relató a sus oyentes el contenido de su libro, incidiendo principalmente en las operaciones que se han llevado a cabo en los túmulos 20 y 75.

El túmulo 20, saqueado en su día, no pudo ser excavado convenientemente por Cabré y Motos, quienes se limitaron a recoger el ajuar saqueado y a hacer un breve estudio de los restos que quedaron. En la excavación actual, se pudo comprobar que el enterramiento ha tenido dos fases: una como mera sepultura y otra, posterior, como un posible santuario a juzgar por sus características, que se apartan ostensiblemente de las de otras tumbas.

Por lo que refiere al túmulo 75, el de mayores dimensiones de la necrópolis, ofreció en su reexcavación datos muy interesantes en cuanto a su construcción, así como evidencias del procedimiento que utilizaron los furtivos para su saqueo.

Interesante resultó también la noticia de la aparición de una mano de piedra, con trazas de haber estado pintada de rojo, correspondiente a una escultura desaparecida, cuyo tamaño, a juzgar por la especialista en este tipo de materiales Teresa Chapa, podía ser similar a de la Dama de Baza.

En su intervención, la autora se lamentó de la situación de deterioro en que se encuentra el referido túmulo 75, ya que el proceso de estudio no se pudo concluir y en la actualidad se encuentra a merced de la erosión, cuyos efectos son claramente negativos.

Finalizó su alocución manifestando que es ahora cuando de verdad empieza a dar frutos culturales y económicos esta necrópolis, confirmándose el tesoro que un día, allá por 1915, soñó Marta que había enterrado en el subsuelo de esta tierra.