DIFERENTES SISTEMAS DE SEPULTURAS DE LA NECRÓPOLI IBÉRICA.

Cabré y Motos 104

XXVII

Cumplido nuestro propósito de analizar la necrópoli de Tútugi sepultura por sepultura, falta publicar unas cuantas líneas recopilando los diferentes sistemas de enterramientos que se han descubierto, por ahora, en la misma.

Los tipos principales y variantes son los siguientes:

1.º Sepultura individual por incineración, sin urna de cerámica; los restos humanos carbonizados se depositaron casi a flor de tierra en un pequeño hoyo, redondo o rectangular, revestido de yeso. Este tipo de sepulturas escasea, y algunos ejemplares se han descubierto en las zonas I y III.

2.° Sepultura individual por inhumación. Siempre pertenecen a enterramientos de niños de corta edad, cuyos cadáveres se metieron en vasijas sin romper si tenían la boca ancha, como sucede con las de forma cilíndrica, o partidas en dos mitades si acusaban forma elíptica o redonda con cuello o gollete estrecho. A la urna no acompaña ningún otro objeto; conocemos tan sólo dos ejemplares de este sistema de sepulturas, y ellas, en la cañada de los Metros. .

3.° Sepultura individual por cremación caracterizada por hallarse la urna cineraria en un pequeño hoyo con su lecho de yeso. Ella generalmente tiene forma esférica; en muchas ocasiones se encuentran en su interior, con los huesos humanos, adornos de oro de tocado femenino, así como cuando al exterior aparece algún objeto es de hierro o de bronce y pertenece al ajuar de un guerrero. En algunas sepulturas de este tipo acompañan a la urna que conserva los huesos incinerados otras varias vasijas y platos de diversos tamaños y modelos, descansando todo ese conjunto de piezas en el indefectible sedimento de yeso. Valga como ejemplo de este último caso la sepultura de la zona III reproducida en la lámina VI, parte inferior.

4º. Sepultura individual por incineración, constituida por una pequeña caja cuadrangular hecha con cuatro losas puestas de canto, para aprisionar y sostener en pie la urna cineraria. Aparte de ella, en un enterramiento de este género se encontraron en el interior dos cacharros con restos de comida, que tenían su tapadera y estaban colocados horizontalmente. (Véase sepultura número 35.)

5.° Cámaras tumulares, en forma de aljibe, para enterramiento por incineración de toda una familia, o para un individuo, que a veces fueron excavadas en el centro de un montículo natural, el que, después de construida la sepultura, fue agrandando de tamaño; en otros casos

el túmulo es completamente de mano del hombre.

En los túmulos con cámara en forma de aljibe hemos observado las siguientes modalidades:

a) Túmulos cuya cámara mortuoria tiene sus muros de tierra, o sea el corte natural de la excavación (Sep. 34).

b) Aquellos cuya cámara estuvo protegida interiormente por muretes de adobes, en parte o totalmente (Sep. II).

c) Los que tenían reforzada su estancia mortuoria con tablones de madera (Sep. 44).

d) Algunos en que se hizo dicho departamento interno con aparejo de mampostería o de sillería hasta la altura de la cubierta (Sep. 122).

Las cámaras de unos y otros túmulos es más que probable que se cubrieron por losas en sentido horizontal (de varias no existe duda alguna) o por tablones de madera, que habiéndose podrido y desaparecido sus vestigios, nos hicieron suponer, al principio de nuestras excavaciones, si muchas no habrían tenido cubierta, siendo soterrado, de una sola vez y por el hombre, el ajuar fúnebre por capas o niveles de tierra como cernida, los cuales a la vez preserváronlos por un manto superior de arcilla mezclada con cantos rodadizos, cuya tierra, la propia de las inmediaciones de las sepulturas, es de mucha dureza (quizá debido al tiempo) y al pronto creímos que se logró ella con deliberado propósito, apisonando y mojando el terreno.

Las cámaras de este tipo todas varían entre sí en sus dimensiones y forma, según el capricho o el estado social y económico de sus propietarios; sin embargo, dentro de la configuración geométrica que presenta la planta predominan las de forma rectangular sobre las cuadriláteras.

Sin excepción alguna los pavimentos y todas las paredes de las cámaras, sean de tierra, adobes, madera o piedra, fueron revocadas y enlucidas de yeso. Generalmente se pintaron de color rojo soleras y muros de arriba a abajo. En muchas sepulturas se ven tan sólo zócalos de estrechas franjas o de líneas paralelas hechas sin regleta; en una sola hemos admirado enigmáticas composiciones en su pavimento, pintadas en blanco, rojo, negro y amarillo; su zócalo, con tres trazos paralelos, y otros motivos ornamentales geométricos y vegetales en lo que se conservaba de sus paredes (véase sepultura 2).

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