GALERA TREINTA Y CINCO SIEGLOS DE HISTORIA (Capítulo nº 95)
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LA SEMANA SANTA DE GALERA EL “VÍA CRUCIS” DEL VIERNES SANTO
Absolutamente ningún dato histórico documental se conserva en Galera sobre la celebración de su Semana Santa, excepción hecha de las noticias orales que se han podido recoger. La barbarie de los meses de julio y agosto de 1936 se encargó de sumir en el olvido el legado de siglos en esta materia.
Las costumbres que se mantienen en la actualidad se han modificado escasamente con respecto a las que tenían lugar en tiempos pretéritos. Hasta principios de los años sesenta del siglo XX, la organización de la Semana Mayor dependía directamente de la Parroquia. En esos años se crearon dos hermandades: la del Santo Entierro y la de las Camareras de la Virgen. A partir de ese momento, éstas han sido en gran parte quienes han programado y desarrollado las festividades en colaboración con el párroco.
Las conmemoraciones se inician el Viernes de Dolores con la procesión de esta imagen, en la cual se canta el tradicional Rosario de Penitencia a lo largo del trayecto. El Domingo de Ramos tiene lugar la procesión de las palmas, protagonizada por la venerable Hermandad del Santísimo Sacramento. El Jueves Santo por la tarde hay Oficios, con asistencia y participación en el Lavatorio de miembros de la anteriormente referida hermandad. Esa noche, en torno al Monumento preparado a tal fin, tiene lugar la Hora Santa. En el Viernes Santo la mañana y la tarde están ocupadas por sendas celebraciones: el “Vía Crucis” y el Santo Entierro, respectivamente. La noche de Sábado Santo tiene lugar en la iglesia parroquial la Vigilia Pascual para concluir el Domingo de Resurrección con una procesión del Santísimo tras la misa de la mañana.
Desde el Jueves Santo por la tarde, las campanas de la iglesia dejan de tocar. A partir de este momento, será la matraca quien avise a los fieles de las celebraciones religiosas hasta que no “resuciten las campanas” en la Vigilia Pascual.
El “Vía Crucis”
Entre todos los actos reseñados, se puede destacar por su fuerte personalidad el “Vía Crucis”. Su origen se pierde en el tiempo, aunque es muy probable que su práctica se inicie en Galera nada más comenzar el siglo XVII de la mano de los franciscanos de Huéscar, donde se habían establecido en 1602. Se puede suponer que en el resto de pueblos de la zona se difundiese esta costumbre, aunque en la actualidad haya desaparecido de todos ellos.
El estudio que se ha llevado a cabo por expertos dice que se trata de una antiquísima pieza musical creada tal vez en aquella centuria, estando respaldada por una larga tradición que se puede remontar a los siglos XII o XIII.
Su celebración tiene lugar en un trayecto urbano situado entre el cruce de las calles Iglesia y Carrera y el Calvario o Barrio de Las Cruces. Cada una de las estaciones se halla señalizada por una cruz de madera y, recientemente, por una placa de cerámica en donde figura el número de la estación, la escena que se conmemora y la cuarteta que se canta. En opinión del pianista granadino García Carrillo -discípulo que fue de Manuel de Falla-.la entonación de cada una de las estaciones está claramente relacionada con los cánticos de las sinagogas que por aquellos siglos funcionaban en España.
Al llegar al Calvario y concluir las estaciones, los asistentes inician el canto de los Misterios en el cual un grupo proclama el misterio y el otro contesta con una especie de estribillo. Aquí finaliza la primera parte, que va a dar lugar al inicio del Rosario de Pasión. El Padrenuestro -cantado alternativamente por los dos grupos que se han formado de manera espontánea- recordaba al ilustre musicólogo Arcadio de la Larrea la llamada liturgia mozárabe. Además, decía este estudioso, es casi seguro que sea ya del único ejemplo de este tipo de manifestaciones músico-religiosas que queda en el ámbito de la lengua castellana.
Finalizado éste, los asistentes toman el camino de regreso al pueblo cantando el Ave María de este singular Rosario. A propósito de este momento, comentaba don Miguel Rodríguez Pastor, destacado intelectual y en su día párroco de Galera, que esta música parecía haber sido escrita para grandes masas corales y que escucharla a lo lejos conmocionaba al oyente.
Antes de la Guerra Civil de 1936, la comitiva iba encabezada exclusivamente por una cruz de madera y, además del Viernes Santo por la mañana, tenía lugar igualmente la noche del Jueves Santo. Desde 1940 ambas costumbres se modificaron: la imagen del Nazareno se incorporó a la tradición y la celebración nocturna del “Vía Crucis” se suprimió.
En la actualidad, desde hace unas tres décadas aproximadamente, tiene lugar la escenificación del encuentro de María con su Hijo, precisamente en la estación que lo narra, al añadir a la ceremonia la imagen de una virgen de la Soledad.
Finalmente hay que señalar que este “Vía Crucis” se ha venido sacando de su contexto habitual de la Semana Santa para llevarlo a cabo el primer día de cada siglo, según manda la tradición. El día 1 de enero de 2001 se cumplió con este rito, al que acudieron cerca de mil personas. La procesión iba presidida por el Sr. Obispo de Guadix, don Juan García-Santa Cruz Ortiz y por el tempranamente fallecido párroco, don Rafael Carayol Gor.