Efemérides del 27 de septiembre de 1568

 
 
 

El malestar entre la población morisca del Reino de Granada es cada vez más acusado. Las leyes que prohíben sus costumbres son cada vez más agresivas. Líderes naturales celebran reuniones para estudiar una estrategia para su defensa.

Una de estas reuniones, la celebrada el 27 de septiembre de 1568, se considera la clave para que, a partir de ella, se produzca la explosión. Efectivamente, se acuerda entre los asistentes que es urgente el nombramiento de una cabeza que agrupe y coordine los movimientos que se decida llevar a cabo. De entre los más sobresalientes, resulta elegido don Hernando de Válor, con ascendientes directos en la dinastía de los antiguos califas. Inmediatamente reniega de su nombre, cristianizado, para adoptar el de Aben Humeya. Y a partir de aquí se ultiman los detalles.

Los cronistas de la época explican lo sucedido de esta manera:

… movieron los lugares comarcanos y los demás de la Alpujarra… enviando por corredores, y para descubrir los ánimos y motivo de la gente de Granada y la Vega, a Farax Aben Farax con hasta ciento y cincuenta hombres…Ellos recogiendo la que se les llegaba, tomaron la resolución de acometer a Granada… con hasta seis mil hombres mal armados… Pero fue acontecimiento hacer aquella noche tan mal tiempo, y caer tanta nieve en la sierra… que cegó los pasos y veredas… para que tanto número de gente no pudiese llegar. MasFarax con los ciento y cincuenta hombres, poco antes del amanecer entró por la puerta alta de Guadix… Llegaron al Albaicín, corrieron las calles, procuraron levantar el pueblo haciendo promesas, pregonando sueldo de parte de los reyes de Fez y Argel, y afirmando que con gruesas armadas eran llegados a la costa… Mas los del Albaicín estuvieron sosegados en las casas, cerradas las puertas, como ignorantes del tratado, oyendo el pregón… Tampoco se movieron los de la Vega… especialmente no oyendo la artillería del Alhambra que tenían por contraseña”1

FaraxAbenfarax… viendo que la ciudad y la Alhambra se apercibían cada hora, tomó consigo el sábado en la tarde, primer día de pascua de Navidad, al Nacoz de Nigüeles y al seniz de Bérchul, capitanes de monfís, y á gran priesa se fué con ellos á los lugares de Guéjar, Pinos, Cénes, Quéntar y Dúdar y recogió como ciento ochenta hombres perdidos de los primeros de los primeros monfís que pudieron atravesar la sierra… porque los otros no les pudieron acudir… Con esta gente quiso Farax comenzar a matar cristianos. En Quéntar le escondieron al beneficiado los propios moriscos del lugar…De allí pasó la vuelta de Granada, determinando de alzar el Albaicín… Luego envió á llamar algunos de los autores del rebelión, y les dijo que, pues el levantamiento estaba ya comenzado en la Alpujarra, convenía que los del Albaicín hiciesen lo mesmo antes que los cristianos metiesen más gente de guerra en la ciudad…. los cuales (los moriscos del Albaicín)… le dijeron que no era buen consejo el que tomaba; que habiendo de venir ocho mil hombres, venía con cuatro descalzos… y ansí se fueron a encerrar en sus casas…”2

1 Diego Hurtado de Mendoza. GUERRA DE GRANADA.

2 Luis del Mármol Carvajal. HISTORIA DEL REBELIÓN Y CASTIGO DE LOS MORISCOS DEL REINO DE GRANADA.

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