GALERA TREINTA Y CINCO SIEGLOS DE HISTORIA (Capítulo nº 92)
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CALLE DE SAN MIGUEL
Cuando hablábamos de la calle Puente de Hierro, nos referíamos a ésta de San Miguel por razones evidentes de cercanía y similares características. Por ello, no vamos a insistir en lo ya mencionado, pero sí en otros aspectos aún sin tratar y que suponemos de interés para el lector interesado.
La calle San Miguel, una de las más recientes de la localidad, como decíamos, presenta un trazado completamente rectilíneo, que se desarrolla aproximadamente de este a oeste y puede tener unos cien metros de longitud aproximadamente. Su extremo oriental se encuentra en la confluencia con las inmediaciones es del puente de hierro y el occidental limita con las instalaciones de la actual piscina municipal y el hotel Galera.
El nombre, San Miguel, le viene del que ostentaba en su día la parcela de tierra de cultivo que ocupa, ya que hasta finales del siglo XIX y principios del XX existía la costumbre de nombrar algunas fincas rústicas con nombres de santos. Por ejemplo, aún se recuerdan denominaciones de algunas propiedades como “rincón de las Ánimas”, “cañada de la Madre de Dios”, “chozón del Padre Eterno”… o “bancal de San Miguel”.
En los años setenta, como se decía, surgió esta nueva calle por iniciativa de una empresa constructora, lo que hace que las viviendas que conforman esta vía estén todas ellas construidas con el mismo proyecto, lo que les da una uniformidad patente.
En su extremo oeste, según hemos señalado, se encuentran las dependencias de la piscina municipal y el hotel, lugar donde se alzaba el Matadero Municipal, demolido precisamente para levantar este nuevo alojamiento turístico.
Dicho matadero es una obra de los primeros años treinta del siglo pasado, del cual creemos interesante aportar algunos datos, que recogemos de un libro inédito de nuestra autoría.
“… En la sesión ordinaria del 2 de agosto de 1931, el Alcalde señala las gestiones que ha llevado a cabo en su último viaje a Granada, donde ‘le han informado se necesita presentar un proyecto de las obras en que se vayan a invertir, proponiendo a la Corporación se encargue la redacción de un proyecto de construcción de un Matadero, para lo cual existe una cantidad inicial en el Presupuesto…’.
Catorce días después, la Corporación vuelve a reunirse para tratar entre otros asuntos ‘con objeto de conjurar el paro forzoso, se encargue al Maestro de Obras Don Lorenzo Serral López, redacte con toda urgencia un proyecto y presupuesto para la construcción de un edificio con destino a Matadero en la alameda que posee el Ayuntamiento en la parte que linda con el camino viejo de Castilléjar…’”.
“… El costo total de la obra, computando los gastos de carpintería y herrería, pueden calcularse en unas diecinueve mil pesetas, cuya cantidad casi en nada difiere de la suma del Presupuesto que oportunamente redactó el que suscribe al pretenderse por el Municipio el acometimiento de la edificación.
Responde, pues, la obra a que se refiere la presente Memoria, al mejor servicio de carnización de reses para el consumo local, pudiendo afirmarse con orgullo que el establecimiento descrito supera en mucho a la mayoría de los de su género que existen instalados en otros pueblos de la provincia, porque en su construcción no se ha escatimado el menor detalle ni se ha prescindido de nada de cuanto prescribe la actual legislación. Galera, a 17 de abril de 1934. Lorenzo Serral”.