Efemérides del 11/04/1706.Las autoridades locales recorren los establecimientos comerciales de la villa para inspeccionar las pesas y medidas que usan.

 
 
 

En uso de las facultades que se le han conferido, la Comisión hace un concienzudo recorrido por las carnicerías, donde se examinaron las pesas usadas para el despacho de la carne “y se hallaron cabales”. En el estanco del aceite y del jabón, cuyas existencias se elevaban a unas seis arrobas “de aceite entinajado”, se comprobó que las medidas estaban de acuerdo con el marco de la villa. Por cierto, en aquellos días el aceite estaba a siete cuartos la libra. El único horno con que cuenta el pueblo es igualmente inspeccionado -que aun siendo del marqués de Aguilafuente no le hacían la vista gorda-, superando con éxito la prueba. Desde el horno, los expertos se van hasta la Ribera, donde muele día y noche Juan Fernández, encargado del molino propiedad de Francisco Romo. “Se reconozieron las medidas de dcho. molino del zelemin medio zelemin y quartillo y se hallaron tener alguna falta por estar muy usadas y algo gastadas y dchos. señores reconozieron que el daño en la falta de dchas. medidas era para el dcho. molinero … y a beneficio de los q. ban a moler…”. Así que sus señorías mandaron que la próxima vez que lo visitasen tuviese las medidas forradas con hierro para que no ocurriese tal. El resto de los molinos -el llamado de abajo, que estaba inmediato al anterior, el del Pantano y el del Segador- funcionaban con toda normalidad en pesas, medidas y calidades, salvo el último de ellos que también usaba medidas sin herrar.

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