Efemérides del 06/02/1570 (Sublevación de los moriscos de Las Alpujarras)

 
 
 

Se culmina la obra de las minas que perforan el cerro, bajo la población de Galera, con lo que se cierran sus respectivas bocas. Las compañías, que durante todo este tiempo han estado realizando trabajos de mantenimiento y preparación, ultiman la puesta a punto de sus armas. Las trincheras se rehacen tras el incendio de la noche del día 3. Los capitanes mantienen constantes encuentros para estudiar órdenes y consignas de última hora. Las plataformas se aprovisionan de pólvora y de proyectiles, de hierro o de piedra, según el calibre de las piezas. La caballería recorre por enésima vez los circuitos -día y noche en las últimas jornadas- para que la trampa no deje de ser letal para los moriscos. El Consejo de Su Excelencia se mantiene reunido deliberando las estrategias más favorables. Se envía, una vez más, un contingente de caballos hacia Purchena para obtener información sobre movimientos de soldados moriscos en dirección hacia Galera. Los servidores del hospital de campaña han preparado todo el material que se espera se vaya a necesitar al día siguiente, que se considera como crucial, definitivo.

Al caer la tarde, a punto ya toda la máquina de guerra, don Juan arenga a sus hombres, siguiendo las costumbres militares en estos casos y las instrucciones que conocemos le habían sido enviadas desde la Corte. Más o menos, pudo decir esto que apunta Hita con su evidente pátina literaria, muy del gusto y estilo de su época e intencionalidad:

Valerosos capitanes y maeses de campo, que por vuestras hazañas y altos hechos gozareis de inmortal fama… ahora ha llegado el caso de que alcanceis mayor reputación volviendo por España y por su honra, para que no quede mancillada por la infamia de los moros rebeldes… mostrándose sus enemigos con armas, haciendo grandes daños á sus pueblos, cometiendo sacrilegios escandalosos… España y la religión santa que profesamos piden justa venganza… Muera ese bando de Mahoma, ardan sus casas, allánense por tierra los muros de sus pueblos y los cimientos de sus torres, viértase y riegue el suelo la sangre mora, pásese á cuchillo toda esa vil canalla, ningún sexo perdone el duro acero, ni la edad tierna se reserve de la guadaña de la muerte; alcanzando furibunda á todas partes, no quede decrépito, ni tierno infante… que se eximan de tan riguroso destino. Habida esta memorable victoria, yo empeño mi palabra… de interceder con el rey para que tenga cuenta de todos aquellos que en este caso se distingan ostentando su gran valor… Mas al que mañana en el asalto no hiciere su deber se le dará el castigo correspondiente, y será tratado como merece quien se muestra cobarde en semejantes casos”

El Consejo de Guerra diseña el siguiente plan de ataque para el día siguiente, 7 de febrero, “martes de carnestolendas”:

1. A las seis de la mañana se prenderá fuego a las dos minas, que deben estallar simultáneamente.

2. Una vez saltadas las minas, toda la artillería comenzará disparar sin pausa durante una hora completa.

3. Cesado el fuego de la artillería, soldados especialistas comprobarán el efecto causado por las minas y las plataformas correspondientes sobre el castillo y las defensas que lo protegen.

4. En caso de no haberse abierto accesos convenientes, la artillería volverá a disparar sobre las defensas una hora más.

5. Finalizada esta segunda tanda de disparos, se procederá nuevamente a revisar el acceso. En caso de persistir las dificultades, se aplazará el asalto.

6. Que inmediatamente después de concluir este bombardeo, si ha sido efectivo, la infantería ejecute el asalto de la villa aprovechando la confusión provocada por el ruido de los cañonazos, el humo y la polvareda que éstos causarán.

7. La señal para el ataque será cuando se escuche un disparo de una sola pieza de cada una de las plataformas, seguido de una descarga general de todas ellas.

8. El tercio de Nápoles acometerá desde su posición de las eras. De esta unidad atacarán 3 compañías, quedando las restantes en retaguardia para atender los socorros necesarios.

9. El tercio de don Lope de Figueroa lo hará desde su situación en la popa con otras tres compañías.

10. Don Antonio Moreno, con cuatro de sus compañías, asaltará la villa igualmente desde el sureste. Este contingente será apoyado por las compañías mandadas por el capitán Gabriel de Montalbo.

11. El ataque ha de ser al mismo tiempo desde todos los puntos.

12. Las compañías a las que no se les señala posición de ataque ni de reserva, estarán de guardia en el campamento.

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