En esta fecha se data el juramento que pronuncia don Juan Ramón Aguilera el día 1 de febrero de 1829 con motivo de su nombramiento como médico de la villa:

“… y habiendo éste puesto la señal de la cruz que le ha exigido el señor alcalde presidente, ofrece defender el Misterio de la Purísima Concepción de la siempre Virgen María, Señora Nuestra, la soberanía del Rey Nuestro Señor y los derechos de su Corona, asegurando no ha pertenecido a sociedades secretas reprobadas, ni reconocerá otra clase de gobierno que el que hoy tiene S.M. y que no admitirá el absurdo principio de que el pueblo es árbitro de cambiar la forma establecida; que sostendrá la sesión décima y quinta del Concilio de Constanza que a ningún súbdito le es permitido el regicidio o tiranicidio, que asistirá de limosna a los pobres de solemnidad con el mismo cuidado que a los ricos y despreciará todos los riesgos de contagios cuando lo exija la salud pública; que aconsejará a los enfermos que estén en peligro de morir el arreglo de sus negocios espirituales y corporales, que no aconsejará el aborto ni infanticidio y que administrará el socorro de agua a los párvulos siempre que sea menester; bajo cuyas protestas queda recibido y en ejercicio de sus funciones…”