CALLE DE SANTA ELENA

No tenemos constancia de una especial devoción a Santa Elena en Galera, o al menos no nos ha llegado ningún rastro documental en este sentido. En ninguno de los dos inventarios que conocemos de la Parroquia -de 1920 y de 1933- figura ninguna imagen de la madre de San Agustín, de las más de sesenta que se citan como existentes entre la iglesia y las diferentes ermitas.

Por consiguiente, ignoramos el porqué de su nombre, aunque sabemos que en la Guerra Civil de 1936-39 se cambió el de Santa Elena por el de Pasionaria, tal vez porque en este barrio residía el Jefe de Orden Público, miembro a su vez del Comité del Frente Popular.

Tampoco tenemos demasiados datos sobre la creación de este barrio de cuevas principalmente, aunque suponemos que podemos cifrarlo -al menos- en la época que hemos referido varias veces en este Callejero para la proliferación de las cuevas a partir de mediados del XIX.

Sin embargo, hemos de señalar una referencia que nos aporta Luis de Mármol Carvajal en su obra HISTORIA DEL REBELIÓN Y CASTIGO DE LOS MORISCOS DEL REINO DE GRANADA, cuya edición príncipe tiene lugar en Málaga en 1600.

Narrando el asedio a la villa de Galera, ya dirigido por don Juan de Austria, este historiador cuenta que estando al mando de la batería de artillería que hay establecida en el cerro de El Real Bernardino de Villalta y Alonso de Benavides, desde esta posición se baten el castillo y “las casas que se descubrían de un cerro algo relevado que está á la parte de poniente”.

Nosotros interpretamos que el único cerro que está “a la parte de poniente” del lugar cercado es el que ahora llamamos de Santa Elena precisamente. Este dato, además, afirma que en este lugar hay casas. Todo ello puede autorizar a fijar el origen de este barrio troglodita mucho antes de lo que creíamos, es decir, al menos a finales del siglo XVI.

El trazado de esta calle, siguiendo la ladera del cerro en que se asienta, es francamente serpenteante por razones obvias, siguiendo aproximadamente las curvas de nivel correspondientes. Se inicia en el punto en que concluye el Collado Alto y llega precisamente hasta el lugar donde aquél acaba, después de haber recorrido toda la ladera de poniente de la colina.

Como sucede en casi todos estos casos, es un solo el flanco el que presenta viviendas, ya que el otro -en este caso el derecho- apenas muestra algunas casas aisladas. Ello origina una vez más un espectacular balcón hacia el pueblo, su vega y las sierras de Huéscar y Castril principalmente. Precisamente un punto de su recorrido se alza uno de los mejores miradores existentes en la población.

Aunque en la actualidad se encuentra casi deshabitado, hubo épocas en que la población que lo ocupaba era considerable. Por ejemplo, en el repetido Censo de 1935, estas eran las cifras de sus habitantes:

Santa Elena tiene un censo de 46 familias con 172 personas, donde se integran 95 analfabetos. Además, hay 2 propietarios, 1 comerciante, 48 jornaleros, 2 carreteros y 1 guarda rural.

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